A través de esta noticia del periódico ABC podemos conocer los planes que, en 1941, Rafael Beca tenía para la Isla Mayor.
"El 21 de julio de 1944, el recién nombrado Ministro de Agricultura por Franco, visitó la Isla Mayor del Guadalquivir.Esperaban al ministro a la entrada de los terrenos de la Isla Mayor el director gerente de la Empresa R. Beca y Cia. Administración de Industrias Agrícola S.A, don Rafael Beca, delegado del Consejo de Administración, don Luis Ferrater y el consejero don Manuel Beca.
Durante la visita, y como objetivo principal de la misma, le fue expuesto al ministro el importante proyecto que en breve llevaría a la realidad la entidad organizadora de las plantaciones de arroz. Se refiere éste a la colonización de 10.000 has. de terreno, que serán entregadas en pequeñas parcelas a los obreros, por las que abonarán en concepto de renta una pequeña cantidad hasta que, en un plazo que no excederá de veinticinco años, estos colonos pasarán a ser propietarios de las tierras a ellos confiadas.En dichos terrenos podrán asentarse 1.200 familias, a las que les ofrecerán las máximas facilidades para el desenvolvimiento de su vida.
El ministro mostró su complacencia por el proyecto invitando a los señores que componen el Consejo de Administración de R. Beca y Cia. Industrias Agrícolas S.A, para que, en el más breve plazo posible, sea una realidad la colonización de las 43.000 has. de terrenos con que cuenta en la Isla Mayor del Guadalquivir.Asimismo fue informado el ministro de que la entidad sería en breve propietaria de los terrenos que ahora lleva en arrendamiento, por haber llegado a un acuerdo con los actuales propietarios, en los cuales han encontrado grandes facilidades para llevar a efecto este deseo de la Industrias Agrícolas.Acompañado de los señores citados, el ministro visitó después EL MOLINO, una de las instalaciones mejor instaladas por la entidad referida y, finalmente, en las oficinas de Industria Agrícolas, el señor Primo de Rivera estudió el plano de explotación de la Isla Mayor del Guadalquivir la situación de los terrenos dedicados a la siembra del arroz."
Esta iniciativa privada de Rafael Beca se parece mucho a la llevada a cabo por Instituto Nacional de Colonización de Franco, organismo creado con el objetivo de transformar las estructuras agraria y sociales del campo español, y más concretamente, es casi idéntico a la Ley de Colonización de Grandes Zonas.
Toda esta legislación franquista se puede resumir en dos modalidades de colonos:
Aquella en la que el colono podía pagar antes de su instalación el 20 % del valor de su parcela, además de disponer de los medios necesarios para el desarrollo de la actividad agrícola y que concluía cuando el colono había hecho frente a la todas las obligaciones contraídas, tras lo cual se le entregaba el título de propiedad de su lote.
Aquella en la que el colono no disponía de medios económicos para hacer frente a los condicionamientos previos que se le exigían; en este caso se iniciaba el denominado "período de tutela" que constituía un especie de relación de aparcería, por la que el Instituto suministraba, además de la tierra, los medios técnico necesarios para la explotación de cinco años, y en este tiempo habría de reintegrarse el valor de todas las ayudas iniciales concedidas al colono.
A tal fin, la Compañía Beca crea en 194o el Sindicato Arrocero que, hasta 1952, distribuía las semillas seleccionadas, los abonos, los alimentos para las bestias e incluso el carburante para los tractores; participaba en la construcción de secaderos y almacenes, y prestaba dinero a los agricultores.
La Cía. Beca S.A. va a parcelar gran parte de las Islas, cediéndola, en un primer momento (hasta 1944-1945) en arrendamiento, con un contrato simple por seis años y una renta muy baja. Ello duró muy poco, pues supuso un primer anzuelo para atraer a las gentes que una vez establecidas compraron, convirtiéndose pronto en propietarios. La venta se hacía con plano por delante, y cada agricultor escogía lo que quería y podía adquirir, dentro de sus posibilidades. El precio de la hectárea era de 16.000 pesetas, a pagar en tres campañas y con un interés muy bajo (del 3 al 4 por 100). También hizo la compañía algunos contratos de aparcería, pero se lo reservó sólo para los capataces y cuando puso en regadío la Isla Mínima, poniéndolo todo (abonos, semillas, agua, etc.) y quedándose con un 25 por 100 de la producción.
Esta fue una de sus últimas actuaciones, ya que hacia 1953, una vez puesta en explotación la Isla Mínima y repartida entre sus empleados en aparcería, comienza su decadencia y empieza a vender, lo que se hizo por medio de cooperativas y préstamos hipotecarios del Banco de Crédito Agrícola. Así se compraron la mayor parte de las superficies que iban de las 7 (ahora se porque mi abuelo José tenía 7 has.) a las 10 hectáreas. Todo ello fue ideado y es obra de D. Rodrigo Muñoz García (ahora se porque se llama así la plaza del Ayuntamiento), y quedó plasmado en la Cooperativa Arrocera del Sur.
Así pues, aunque siguiendo un modelo público, Isla Mayor es fruto de la iniciativa privada que ha conseguido, sin ningún tipo de ayuda estatal, una obra de colonización de excepcional importancia económica.
Si tenemos en cuenta que la expansión del arrozal se realiza de forma más contundete desde 1937, donde se cultivaban 700 has., hasta 1965 (22.000 has), podemos concluir que Isla Mayor, salvo el cambio de nombre de El Puntal por el de Villa Franco del Guadalquivir, poco más tiene que agradecer al régimen franquista.
Caso distinto es el de marge Izquierda. El Instituto Nacional de Colonización se hace presente en la zona desde 1942, que inmediatamente comienza a hacer un análisis del aprovechamiento de la zona. La consecuencia de todo ello fue la declaración, en 25 de febrero de 1955, de Interés Nacional la tansformación en regadío del Bajo Guadalquivir.
Bibliografía: "Las Marismas del Guadalquirivir: etapas de su aprovechamiento económico". Jo´se González Arteaga
"El I.N.C. intrumento de la políta agraria en la era de Franco" Ángel Licera Ruiz.
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