Entre los muchos valores que afloraron en la Transición, Rafael Mir ocupó la delegación de Cultura en el gobierno de UCD. Ahí era nada conseguir estas entrevistas "callejera" minutos antes de comenzar los actos
«Apoyaremos el Congreso de Cultura Andaluza»
• Entrevista con don Rafael Mir, nuevo delegado de Cultura
Horas antes de su toma de posesión, y justo antes de dar comienzo su conferencia sobre «Política y cultura», en la sede de la UCD en nuestra ciudad, el nuevo delegad» de Cultura, don Rafael Mir Jordano, respondió así a las preguntas de ELCORREO DE ANDALUCIA:
—¿El contenido de la conferencia?
—Desarrollar el tema fundamental de política y cultura sin detenerme a definir, porque seria innecesario, precisamente en la sede de un partido político, el término política, voy a tratar de profundizar en el concepto cultura, y después establecer la relación entre uno y otro, con lo que ya estaré hablando de política cultural, dentro de este tema abordaré la problemática y posibilidades de Córdoba, brevemente por no haber aún planeado nada por mi condición de recién nombrado y no posesionado delegado de Cultura.
—¿Significa política cultural cultura dirigida?
—Creo que exactamente es lo contrario. Efectivamente política cultural puede ser política dirigida, pero en nuestro caso es lo contrario: Pío Cabanillas ha dicho en más de una ocasión que se va a rehuir el dirigismo y por lo que a mi respecta, no habría venido a este cargo a hacer una política cultural dirigida, porque siempre he pensado que la cultura debe hacerse en libertad.
DEFENSA DEL PATRIMONIO CULTURAL
—Ha dicho por ahí «Córdoba ciudad inculta", ¿y la provincia?
—Cuando he hablado de incultura en Córdoba he hablado en el sentido de nivel de conocimientos, de jerarquía de valores, de sistema vital de ideas y me he referido a Córdoba capital y por supuesto provincia. Si bajo es en la capital, más bajo aún es en la provincia, aunque ésta tenga la ventaja de la conservación de un patrimonio cultural más puro, aunque quizás más rudo.
—Puede haber divergencias entre Educación y Ciencia y Cultura?
—No lo creo, porque precisamente el Ministerio de Cultura asumirá funciones que por estar a
caballo en varios Ministerios, por ejemplo antes entre Información y Turismo y Educación y Ciencia, estaban en una maraña, en una proliferación de funciones y de órganos que perjudicaban. Hoy, aunque cultura y educación son dos facetas de una misma actitud y función, son dos facetas muy diferenciadas.
RESCATAR CÓRDOBA DE LA INCULTURA
—Aún no conoce presupuestos, ni estructura orgánica de su delegación. ¿Podria hablarnos de cómo piensa plantear la guerra a la incultura?
—Efectivamente ni se sabe ni es posible saberlo, porque aún no se ha publicado la estructura orgánica de las delegaciones de cultura. Por lo tanto ignoro qué medios personales y materiales voy a tener.
—¿Podía adelantarnos, al menos, lo que hay en su ánimo de cara a plantear su función?
—Tal como la voy a desarrollar y tal como la entiendo en sentido de defensa de un patrimonio, de defensa de la actividad creadora, de creación de un patrimonio cultural que va a ser transmitido a las siguientes generaciones, pues hay que hacer mucho en tocios los campos de competencia del Ministerio. Hay que hacer mucho para propiciar la lectura, con modernización y agilización de las bibliotecas; hay que animar algún intento editorial en Córdoba, porque creo que una provincia de casi ochocientos mil habitantes lo necesita y posiblemente puede acometerlo, y en el tema del espectáculo hay que potenciar una actividad teatral. Después en otro orden de cosas, la música, la juventud, la familia, el desarrollo comunitario... son muchos temas de competencia de este Ministerio.
—¿El Congreso de Cultura?
—Lo voy a apoyar como ciudadano y como delegado de cultura, porque precisamente en los boletines informativos del Congreso de Cultura Andaluza se advierte que ya el Ministerio ha subvencionado parte de sus gastos y por otra parte no es nuevo que el Ministerio de Cultura ha hablado de potenciar las culturas regionales—E. O.
Publicado en la edición cordobesa de El Correo de Andalucía el 1 de marzo de 1978