Revista Opinión
La portada que ves es la original del ‘programa’ repartido que conservo, aquí lo tienes entero -todavía huele a multicopista-
El 18 de Mayo, yo estuve allí. En la Complutense. En Madrid. En 1968.
Decir que fue ¡¡¡¡¡ es quedarse corto. Raimon creó una canción posteriormente para conmemorar la experiencia, que sin duda le impresionó, como a todos los que estuvimos allí. A el he tenido ocasión de escucharle en entrevistas radiofónicas el impacto que le causó.
En aquel momento, Raimon, ‘era lo más’, luego llegaron otros, muy buenos, quizás musicalmente mejores, pero ese hombre solo, con una guitarra y su voz y su sentimiento, calaba profundo, arrastraba, al margen del entorno propicio a sentirse emocionalmente lanzado, Raimon era muy grande, lo que decía y como lo decía, en el tiempo en que lo decía, y en los lugares en que lo hacía. Entonces nadie le igualó. Después, como otras personas y proyectos fue olvidado. Injustamente olvidado.
Me invitó y arrastró a ir, Joaquín, antiguo amigo del pueblo, el mismo que me pasó el ‘Anti-Duhring’ de Engels, Que por cierto, no sé si llegué a devolvérselo. El, por entonces era universitario, yo currito.
Ese día no fui al banco a trabajar. Al final del recital en la Facultad de Económicas hubo que correr, cargaron los grises. Terminé por Argüelles.