Gallardón, Ministro de Justicia y posible sucesor de Rajoy para una parte del PP, ha sido "abortado" por un Mariano Rajoy asustado ante las malas perspectivas electorales de su partido y tan pusilánime y falso que no tiembla cuando traiciona las compromisos que contrajo con sus electores. Es mas que probable que España viviera ayer, martes, 23 de septiembre de 2014, no solo la caída de Gallardón, sino tambien el suicidio de un Rajoy decepcionante y demasiado débil para gobernar España en los actuales momentos de terrible y dramática crisis. ---
Alberto Ruiz Gallardón, el que fue durante mucho tiempo la principal promesa política de la derecha, ha dimitido después de que el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, asustado por los efectos negativos que pudiera tener en el electorado y la opinión pública la polémica la ley de reforma del aborto, decidiera retirarla, incumpliendo así otro de sus compromisos electorales claves.
Los asesores estratégicos de Rajoy, encabezados por Arriola, creen que la reforma de la ley vigente les hará perder votos y han preferido afrontar la vergüenza y el desgaste de una nueva traición a sus promesas electorales que perder apoyos en las futuras elecciones.
Sin embargo, muchos creemos que lo que hará perder votos al gobierno es la constatación de su falsedad y cobardía ante las promesas que contrajo y su despreciable sumisión a la conveniencia, como si lo único importante fuera ganar las elecciones, antes que cumplir con la palabra dada y a los compromisos contraídos con los que les votaron.
Tras renunciar a la nueva ley sobre el aborto, Rajoy ha incumplido gran parte de sus promesas electorales, aquellas que le auparon hasta el poder. Ni ha bajado los impuestos, ni ha solucionado la crisis de Cataluña, una región que avanza claramente hacia la independencia, ni ha gobernado con austeridad, ni ha regenerado la democracia, ni ha luchado contra la corrupción, ni ha dejado de endeudarse, ni ha adelgazado el Estado. En muchos aspectos como la corrupción, el endeudamiento enloquecido y la falsedad frente a la ciudadanía, ha superado al odiado Zapatero y en otros se ha mostrado tristemente pusilánime, inepto y falso.
Es cierto que la reforma de la ley del aborto vigente es considerada innecesaria, según una parte importante de la opinión pública, que la considera también regresiva y demasiado condescendiente con las exigencias de los ultracatólicos. Sin embargo, no es menos cierto que otra parte de la sociedad apoya la reforma y que el cumplimiento de las promesas electorales, además de ser un deber prioritario para aquellos gobiernos que llegan al poder prometiendo cambios que después olvidan, es también fuente inequívoca de deslegitimidad y desconfianza.
Gallardón, en el que una parte del PP veía al sucesor de Rajoy, ha sido "abortado" por un Rajoy que cada día aparece mas débil, pusilánime e inepto ante la ciudadanía española y que también está a punto de pasar a la historia como el político que perdió Cataluña para España.