Revista Opinión
Rajoy viajó a Polonia para asistir al estreno de la selección española en la Eurocopa solo unas horas después de comparecer ante la prensa, en Madrid, para comentar el rescate a la banca española.
Mariano Rajoy, se declaraba el domingo “muy satisfecho” de haber obtenido ayuda europea para su banca y evitado una intervención del país. El jefe del gobierno español, en un esfuerzo por acallar a quienes le reprochan haber cedido a la presión para aceptar un rescate que no quería, dijo: “A mí nadie me ha presionado, y no sé si debería decir esto, pero el que he presionado he sido yo, porque quería una línea de crédito” para recapitalizar el sector bancario. Rajoy se olvidaba lo declarado, hace dos semanas, por él: “No va a haber ningún rescate de la banca española”. Decidido a dar una imagen de normalidad pese a los interrogantes que este rescate, Rajoy, muy criticado por no haber comparecido el sábado junto a su ministro de Economía, decidió mantener su viaje a Polonia para presenciar el primer partido de la selección española en la Eurocopa. “Me voy –dijo– porque la selección española es la selección campeona del mundo. Si esta situación no estuviese resuelta... yo no iría”. Pero las reacciones europeas e internacionales, críticas con el “excesivo optimismo de Rajoy”, con sus “graves errores de comunicación” y con sus “constantes cambios de discurso”, no se hicieron esperar.
La palabra más repetida en la prensa internacional durante estos días ha sido “rescate”, pese a que Rajoy y su ministro de economía, Luis de Guindos, se hayan negado a utilizarla, “por el mazazo que supondría para una sociedad asfixiada por la austeridad y el desempleo”. Así se lo recuerda la prensa germana. “Cada rescate divide más a Europa”, titula el conservador Die Welt. “Las perspectivas sobre el futuro de España son poco claras”, advierte el diario de Axel Springer quien tilda al Ejecutivo español de egoísta y superficial. “¿Es España la próxima Grecia?”, se pregunta el Süddeutsche Zeitung. “¿Qué ocurre exactamente con España?”, inquiere el Frankfurter Allgemeine. En el Reino Unido, el Financial Times, comparte titular con The Guardian: “Rajoy anuncia el rescate bancario a España como una victoria”. Lo que, para ambos diarios, es lamentable, en medio de una crisis en la eurozona. The Guardian añade que un rescate limitado, con condiciones suaves, puede cabrear a Portugal, Grecia e Irlanda. “Rajoy –señala The Guardian– ha dado munición a estos tres países antes de ir a ver a la selección española”. Y, en uno de los artículos más duros contra el presidente del Gobierno, en vez de admitir la debilidad de España para rescatar a sus propios bancos (después, de haber estado diciendo por activa y por pasiva que ellos solos podrían), Rajoy se atreva a afirmar que “el rescate es una prueba del éxito de su programa de reformas y austeridad estricta”. Rajoy, concluye, no se disculpó por volar a Polonia para ver empatar 1-1 a la selección española. Eso sí, lamenta de no poder ver jugar a Rafa Nadal.
En los Estados Unidos, el republicano Mitt Romney advierte en sus mítines, durante la campaña de primarias, del peligro de que Estados Unidos se parezca a Europa. El presidente Obama está “muy pendiente, y en constante comunicación con sus colegas europeos, de la evolución de la crisis en la eurozona y las medidas llevadas a cabo para atajarla”. “El rescate bancario español no pone fin al dolor”, titula el International Herald Tribune (la edición global del New York Times). Las palabras de Rajoy, negando presiones por parte de Europa y negando la gravedad de la crisis española, no han traído, según el NYT, sino más incertidumbre a la eurozona, que ahora debe debatir cómo sobrevivir a esta crisis. Y recuerda cómo, en noviembre, Rajoy aseguraba que, con ellos, España dejaría de ser un problema para ser parte de la solución. La cuestión ahora, según un analista consultado por el NYT, es si España llega a un acuerdo con sus acreedores sobre las condiciones, “si vamos a aceptar el intrusismo de Europa y estar bajo estrecha vigilancia”. Y recoge, además, “los graves errores de comunicación de Rajoy”: ese miedo a enfrentarse a la prensa, como cuando “huyó por la puerta del garaje, al ver a los periodistas”. El Washington Post abre con: “En la solicitud de rescate a España, la crisis de Grecia jugó un papel importante”. The Wall Street Journal abre el domingo con una fotografía del presidente del Gobierno, durante su rueda de prensa, en la que se ve su cara de circunstancias. Y advierte: “Rajoy ha tenido que dar la cara, poco acostumbrado a ello, tras las inmensas críticas vertidas en medios de comunicación, redes sociales...”.
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