Él es así. Un artista. Sin mover un dedo lo ha conseguido. ¡Vuelve a ser presidente! ¡Qué pesadilla! Eso sí, esta vez, alejado de la mayoría absoluta ha tenido que contar con otros, con socios, con monaguillos correveidiles, que ven en su nuevo amo, un futuro de medra y sustento.
Ahí están, los cuñaos de moda: “Ciudadanos”, capaces de entregarse en cuerpo y alma a cambio de una parcela de poder (ya verán como terminan en el gobierno con el PP, en poco tiempo) y al PSOE, que en su afán de entrega han destrozado su historia y existencia, habiendo batido todos los récords de estulticia hasta la derrota final.
Mientras, Rajoy, sentado a la diestra de todo el mundo, ha esperado que le entronen sin pedir nada a cambio, ha vuelto a triunfar, confirmándose como el gran maestro de la teoría del “dolce far niente”. Ahí queda, Ciudadanos en un bolsillo y el PSOE en la bragueta.
Y lo más grave es que una vez que se ha confirmado que su reino sigue siendo de este mundo, ha hablado muy claro. Atrás queda la confirmación de colaboración, de diálogo, de cambios que había mantenido en la primera sesión de investidura. Ayer, lo ha dejado claro, ¡no le moverán! porque él, y sólo él, está en lo cierto y sus políticas son las únicas que pueden hacer de España lo que él y sus amiguetes quieren.
¡Abajo el telón!, ha empezado la misma función. Lo ha dicho bien claro, no le van a sacar de sus políticas tan buenas, bonitas y baratas. ¡Hay que persistir, hay que perseverar! Por si les quedaba dudas a los traidores socialistas y a los trepas de C’s, él seguirá por el mismo sendero: el de los recortes y la corrupción. Que no vengan con que no lo sabían, tanto los socialistas como los “cuñaos”, se han vendido, los primeros para pretender no quedarse en la nada, los segundos para colocarse como sea.
Y él, triunfante, ha entrado otra vez en la historia, aunque para muchos sea la historia de una pesadilla intolerable. Gracias, Ciudadanos. Gracias, socialistas. No sabéis cómo os lo agradecemos. Lo habéis conseguido. Habéis desbloqueado la corrupción, la ignominia, la desigualdad, los recortes, la sumisión a los poderes externos y el beneficio de los poderosos. De nuevo, gracias, muchas gracias.
Salud y República