Es verdad. Lo que ocurre es que hay que aclarar algo más. No basta con decir que la recuperación ya está aquí. Habría que decir quien está ya fuera de la crisis. Y la cuestión es fácil, basta observar los números de la economía para darse cuenta de por dónde van los tiros.
Mientras que hay 3,5 de millones de pisos vacíos y desahucios a diario. Mientras que la separación entre ricos y pobres nunca ha sido tan amplia. Mientras que la mitad de los parados no cobran ninguna prestación. Mientras que los cotizantes a la seguridad social son medio millón menos que hace tres años. Mientras que las condiciones y la cuantía de los salarios es mucho peor. Mientras…
Bueno pues detrás de esos “mientras” está la verdad de la recuperación. Y ahí no hay quien pueda decir que Rajoy y sus palmeros no tengan razón. Hablo de los resultados del Ibex-35, ya saben las 35 empresas más importantes que cotizan en la Bolsa. Y es que durante estos cien días que llevamos de este año, las acciones de estas multinacionales han subido un 16%, que no es moco de pavo.
Lo último que recientemente ha decidido este gobierno cruel ha sido bajar el impuesto de sociedades a todas las empresas. Otra medida en la misma línea, para seguir favoreciendo a sus amiguetes.
Y Rajoy cumplió sus objetivos: favorecer a los más poderosos. Para ello no le ha temblado el pulso hundiendo a los trabajadores en un océano de miseria provocado por la reforma laboral, ni socavando los pilares del Estado del Bienestar. El PP ha cumplido sus objetivos: beneficiar a los suyos a costa de los otros.
Ahí tienen ustedes esta España nuestra. Por un lado, muchos ciudadanos viviendo en la intemperie, niños malnutridos, personas al amparo de ONG y otros centros de alimentación gratuitos y por el otro lado, los grandes accionistas del Ibex nadando en la abundancia. La recuperación ha llegado a la bolsa.
Como debe ser, misión cumplida, la satisfacción del PP es notable y llevan razón. Lo han conseguido. Y lo que es más grave, muchos a los que han hundido en la más profunda miseria les seguirán votando. Francamente, es difícil de entender tanto masoquismo.
Salud y República