Hoy sin duda alguna será un mal día para Rajoy. Sus manos, aquellas que puso en el fuego por su “amigo Paco”, están a punto de sentir la quemaduras de la verdad.
Gracias Flors por tan sabia decisión. Las caras de Camps, Costa, Campo y Betoret, deslumbradas por los flashes de la corrupción. El banquillo será la prueba del “ver para creer”. El cabeza de cartel, el bastión de la Generalitat, ya forma parte de la historia judicial de este país. El “sastre de las gaviotas” le traicionó. ¿Dónde están las facturas?, ¿qué apunte contable registra el pago de los trajes?, ¿Cómo se pagaron esos 15.000 euros en el “buen vestir?… Preguntas sin respuesta en espera de aclaración.
Desde la crítica, cabe preguntarle al señor Rajoy:
- ¿Es compatible las funciones de imputado por “cohecho pasivo impropio“ con las funciones institucionales de President?
- ¿Por qué destituyó usted a Costa ante los ruidos mediáticos del rumor, y ahora no hace lo mismo, ante la probable evidencia corrupta de su “amigo Paco”?
- ¿Es bueno para la salud democrática que el presidente de una Comunidad sea sentado ante un jurado popular?
- ¿Por qué no han reconocido a tiempo la corrupción y han sido cómplices de esta vergüenza social?
Una vez más, nos quedaremos sin las respuestas necesarias. Probablemente no habrá rueda de prensa “sin preguntas” y Mariano seguirá pidiendo “elecciones anticipadas”, sin “mirarse en el ombigo” de su partido.
Los votantes disciplinados de Paco, por su parte, consultarán la agenda para que el día del banquillo, puedan desde la calle de los juzgados aplaudir y apoyar la llegada de su líder, eso sí, con su traje a medida “comprado o probablemente regalado”, en Forever Young.
Mientras tanto, Rita Barberá, aquella que frivolizó y jugó con esta causa judicial, dudará hoy más que ayer, en colgarse los “supuestos bolsos falsos” de Louis Vuitton.
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