Hace seis años, ¡Rompe Ralph! resultó ser todo un boom para Disney, siendo elevada por la mayoría de crítica y público al resucitar animado de una productora que llevaba tiempo sin alcanzar a su amiga y compañera de dibujos Pixar, o a obras de DreamWorks tan reconocidas como Shrek. Disney parecía seguir anclado en las princesas, y en las películas infantiles sin mucha gracia y novedad. Por ello, ¡Rompe Ralph!, resultó ser un soplo de aire fresco en esa divertida mezcla de referencias pop, a videojuegos y recreativos de los 80 y 90, con unos personajes y escenarios con el suficiente carisma como para resultar estimulantes y crear aventuras y tramas que engancharán a espectadores de todas las edades.
Ahora, seis años después, llega a las carteleras de todo el mundo su esperada secuela. Una secuela que viene con el peso de una primera parte demasiado elogiada (incluso, en nuestra opinión, de manera algo excesiva). Las aventuras de Ralph y su amiga Vanellope se transportan ahora de los videojuegos, anclados en ese retro recreativo, para introducirse en un mundo tan intangible, y a la vez lleno de posibilidades, como es internet. El Wifi llega al salón de juegos, y aunque los personajes de videojuego tienen prohibida su entrada, Ralph y Vanellope ven en él la única posibilidad de salvar el juego de ella, Sugar Rush, cuyo volante se ha estropeado, y el único existente en el mundo está en eBay, y su precio se eleva muy por encima de las posibilidades que el dueño tiene en estos momentos.

Tras un flojo inicio, donde volvemos a los lugares que conocimos en la citada primera parte, y donde todo resulta demasiado forzado para avanzar hacia lo que es la trama importante, las aventuras de Ralph y Vanellope comienzan a desenfrenarse y encontrar nuevos caminos en su prohibido y secreto viaje a Internet. Lo que en principio parecía una idea algo extravagante, resulta ser sin duda el gran acierto de Ralph rompe Internet, y es que el mundo creado en esta segunda parte estupenda, con creces, al de la primera. Las aventuras se intensifican, y los chistes, ironías y críticas se hallan mucho más actuales, aunque quizá para un público más cercano a la adolescencia y adultez, que para los más infantes. Pero es que el imaginativo universo creado no puede hacer más que levantarnos sonrisas cada poco tiempo, con unos nuevos personajes secundarios que, además, entran con fuerza (aunque se eche de menos alguno de los de la primera parte).
Es una película muy actual, bastante más que su antecesora, que estaba creada más como juego nostálgico para treintañeros, que,probablemente, son los que más empatizaban con sus guiños y referencias a videojuegos clásicos, aunque conseguía la atención de todas las edades, con sus aventuras y grandes coloridos. Aquí lo vuelve a conseguir, pero actualizándose algo más a la realidad actual. Todo se mueve por las redes, y aunque en ocasiones parezca un anuncio alargado (eBay, Google, YouTube y todas las páginas que os podáis imaginar aparecen en este fantasioso mundo), su introducción humorística hace que no se te atragante tanto.
La ironía y crítica a este sistema, que quizá, finalmente, se ve más diluida, por desgracia, de lo que se querría, son, en ocasiones, bastante brillantes. Incluso ese propio universo Disney que se crea dentro de la película, donde aparecen absolutamente todos los personajes que ahora mismo llenan las salas y pantallas del mundo(Disney es sin duda el mayor imperio existente, a día de hoy, en el cine), tiene su divertida vuelta de tuerca, para convertirse en algo más que auto publicidad. Y es que es imposible dejar de comentar la divertidísima escena que protagonizan todas las princesas Disney, vestidas como de andar por casa, y riéndose y criticando (en este caso al propio estudio) ese machismo patriarcal incrustado en la sociedad, que nos hizo ver estos personajes, en la mayoría de las ocasiones, como simples clichés repetidos a los que el príncipe venía a salvar. Por ello, ese final refuerza aún más un mensaje de empoderamiento femenino que Disney ha sabido captar bien en los tiempos actuales. Pero también el de la diferencia, pues Vanellope, que entra de lleno en el mundo de las princesas Disney, es lo más diferente que hayamos podido ver, y también juega a ese mensaje (como en la primera parte) de aplaudir, proteger y enseñar que lo diferente es bueno.

Además de todos estos aciertos, la película tiene una animación excelente. Las distintas animaciones y texturas dadas a los personajes, dependiendo de los gráficos de los videojuegos que aparecen, por ejemplo, son muy divertidos y logrados. Del mismo modo, la animación se encuentra a ese nivel de detallismo que solo Pixar lograba alcanzar en las últimas décadas. Técnicamente hablando, estamos ante un espectáculo visual que atrapa en todo momento, y que hará las delicias de los más pequeños de la casa (aunque llegados a su final, alguna escena pueda resultar algo ¿terrorífica? para ellos, pero sin olvidarnos que es una película Disney, de moraleja y aventura infantil). Pero al menos, como hasta hace poco solo conseguían ciertas películas de animación, la película entra dentro de unos parámetros de edad muy amplios (los padres, probablemente, disfruten en ocasiones más que los hijos, y los jóvenes y adolescentes, también la encontrarán de lo más entretenida).
Y ya, sin duda, para ir terminando, lo mejor que tiene la película, respecto a su primera parte, es el potente contenido dramático, que emociona bastante llegando a su final. El psicologismo de los personajes, que crea a los propios malos de la película, convierte la obra en algo de lo más interesante. Además, su mensaje cala bastante hondo, cosa que, en la primera parte, por falta de empatía o alma dentro ellos, quedaba en un terreno más frío. Aquí ya los conocemos más, y quizá eso ayude, pero sin duda, la película pasa por todas esas fases que se le piden a una buena obra de animación Disney, y es que salgamos con una sonrisa en la cara, y con el corazón un poco encogido. En nuestra opinión, no solo está a la altura de la primera, si no que la supera en ciertos aspectos, y eso no siempre es fácil de conseguir en una secuela.
¡Por cierto! No se vayan de la sala cuando empiecen los títulos de crédito, que hay una divertida escena sorpresa que no deberían perderse.
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- ##check## Lo bueno
- El nuevo universo creado, más actual y con muchas más posibilidades.
El entretenido humor que se aprovecha del mundo internet. La conexión y emoción que se consigue con sus personajes, sobre todo en el tramo fina. - ##times## Lo malo
- Un inicio bastante flojo y al que le cuesta arrancar.
Que la ironía, a veces, no vaya a más y pueda resultar, en ocasiones, una publicidad constante de ciertas grandes empresas.
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- Ambientación 7.5
- Una ambientación animada de los más original. El mundo que ya conocíamos de la primera parte sigue siendo llamativo, pero el que nos encontramos en internet es mucho más abierto y espectacular en el detalle.
- Desarrollo de Personajes 7.0
- Bastante conseguido, más que en la primera. Sus personajes, ambos principales, tienen un desarrollo bastante importante y psicológico, consiguiendo un final de moraleja bastante emocionante y profundo.
- Argumento / Guión 6.5
- Quizá no sea lo mejor de la película. Empieza flojo y luego avanza por una aventura clásica, sin muchos sobresaltos, ni novedades, aunque muy bien conducida. El humor está muy bien introducido, y la parte final bastante bien llevada.
- Banda Sonora 6.5
- Una banda sonora clásica, pero muy efectiva. La canción final de los créditos viene bien para ayudar a salir con esa sonrisa y buenas sensaciones que deja la película.
- Entretenimiento 7.0
- Al principio, los peores augurios sobrevienen sobre el entretenimiento que pueda provocar la película, pero según va avanzando, la cosa mejora, y la trama se hace bastante disfrutable.
- Montaje / Innovación técnica 7.5
- Una animación buena y muy conseguida, junto con un montaje dinámico, sobre todo en su parte central y final, consiguen una gran aventura.
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- Puntuación Total 7 / 10







