Puede que alguien se sorprenda por leer en este blog un artículo que no trate sobre la política española y nuestros funestos dirigentes, pero no olvidemos que el título de esta página hace referencia a "vividores, frikis, jetas y corruptos".
Desde luego, el amiguete Ramoncín ("Mamoncín" para los amigos) cumple de sobra las tres primeras premisas y a partir de hoy (presuntamente) la cuarta.
¡Ya le tenía yo ganas a este mangarrán! Lo guardaba en la recámara junto a otros ilustres personajillos de la talla de Rubalcaba o, por ejemplo, Belén Esteban. Casi rezaba para que llegara este día. Espero que este jeta, el rey del pollo frito, no se vaya de rositas como suele ser habitual en estos casos.
Y es que la transmutación de este pimpollo, escocido y poco hecho, en un pseudo intelectual, neo progre, chulo y altanero gañán (parece que estoy describiendo a Javier Bardem, otro de mis "favoritos") no tiene desperdicio.
Cada día estoy más convencido de que "el gilipollas" no sólo nace... sino que también se hace.
En sus inicios no pasó de ser un muchachete marginal (el rey del pollo frito) que insultaba y escupía al público en sus conciertos mientras estos le adobaban con docenas de huevos. Es evidente que nadie iba a sus bolos para verle actuar. Ha sido, es y será uno de los peores artistas, cantantes y presentadores que ha dado este país. Un tipo que hace sangrar los oídos. Pero claro, lo de bañarle en huevo tenía su morbo y, si fuera posible hoy en día, más de media España se apuntaría, aun en tiempos de crisis... ¡hasta pagando!
¡Qué gozada! ¡Dar de huevazos al pollo!
Reconoce que pasó su adolescencia escuchando discos pirateados de Bruce Springsteen. En ese momento no se planteaba si el "Boss" ganaba lo suficiente para dar de comer a sus churumbeles. ¡Le estaba robando su comisión por derechos de autor! Ya sólo por esto (según su propia conciencia) debería auto confinarse en el trullo, pagar una multimillonaria multa (para dar ejemplo) y flagelarse con cilicios afilados escuchando sus propias canciones todo el santo día. ¡Qué tortura! También debería ser fusilado con mierda al amanecer por atreverse a decir (es totalmente cierto) que sus canciones, especialmente sus letras, eran mejores que las del gran Bruce. ¡Un mojón es lo que eres, so caparras! Pero esto ya es otra historia...
Y hete aquí que pasó de ser un soplagaitas a ser un soplapollas. Según la RAE, estas dos expresiones tienen el mismo significado, pero para mí esto no es correcto. Para nada son sinónimos. Si no, que le pregunten a un escocés si es lo mismo una gaita que una polla...
¿Y cómo lo hizo?
Este presunto chorizo se disfrazó de progre, con sus americanas raídas o de cuero, según el momento, y un look intencionadammente descuidado, pero muy cuidado a su vez. Dio un halo de cultura demagógica a su discurso, entre populista y pedante; y su piquito de oro, que hemos de reconocer que lo tiene, hizo el resto. Se convirtió en una mezcla entre un chulo de putas y un académico de la lengua. En definitiva, un producto muy estudiado que al parecer funciona muy bien en este país.
Así se hizo más que popular presentando sus nuevos discos (en general espantosos, por cierto) en los programas más prestigiosos; hablando de sus libros (¡manda güevos!), conduciendo concursos pseudo culturales en televisión y apareciendo en todas las tertulias habidas y por haber.
Esta tipología de tertulianos, entre los que podría nombrar a la ínclita Pilar Rahola, ex anarquista venida "a MAS" (don Artur)... o "a menos" según se mire; a la "enana diabólica", Mª Antonia Iglesias; a Enric "déjame hablar" Sopena; a Paloma Zorrilla (de lista, inteligente...); al "Yoyas" (de cuyo nombre ni me acuerdo ni quiero acordarme); o a los mismísimos Coto y Kiko Matamoros (si no fuera por la araña-tatuaje en la calvorota del primero sería difícil distinguirles) parece que tiene un gran éxito en España... ¡Así nos va! Pero bueno, esto también sería otra historia...
El caso es que este aprendiz de mamarracho parecía haber desaparecido de la televisión, como suele ocurrir con este tipo de personajillos, y todos dimos gracias a Buda (o a Dios, o a Alá...) por ello. ¡Pero no! La causa de su desaparición no era el vómito que producía entre los espectadores. Simplemente era debido a que había "pillao cacho", el muy mamón...
Pues sí. Visto que con sus discos y sus conciertos se iba a morir de hambre, se dijo: ¡Pues a chupar de los derechos de autor de los demás! Y así, como directivo de la SGAE y aliado con otro gran presunto chorizo (Teddy Bautista) impuso la dictadura del terror en bodas, bautizos y funerales.
Pero claro, como suele ocurrir en estos casos, la avaricia rompe el saco. Y si "por el saco" nos dieron a todos durante demasiado tiempo, ahora les tocaba a ellos. Un poco de malversación de fondos por aquí, un poco de apropiación indebida por allá... y Teddy (el osito mamón) detenido... ¡BIEN!
En esto, todos nos preguntábamos: ¿Y Ramoncín qué? ¿Por qué esta garrapata inmunda se libra de todas las acusaciones? ¿Qué contactos tendrá? Y mientras, el muy jodido callado como una puta avergonzada. ¿Alguien ha sabido algo de él hasta ahora? Sólo se le vio en los primeros instantes diciendo que le habían engañado, que habían falsificado su firma y que todos eran unos chorizos... ¡menos él, claro! Es decir, ¡echando la mierda fuera!
Pues bien, Ramón, Ramoncín o Ramoncete, como quiera que te llames... ¡ya te han pillado! o, mejor dicho, ¡ya te han imputado!
Sólo te diré una cosa más: ¡Pollo...! ¡Estás frito...!