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Hola mis poetas
Hoy os voy a hablar del faraón Ramsés II
Ramsés II fue el tercer faraón de la XIX Dinastía, gobernó Egipto entre los años 1279-1213 a. C A lo largo de su reinado, sus victorias frente a los hititas y los nubios le propiciaron fijar las fronteras de Egipto allí donde estuvieron en los que el imperio sufrió su mayor expansión.
La sociedad egipcia se abrió al exterior y asimiló algunas costumbres extranjeras. En esta época, las actividades comerciales fueron tan prosperas que atrajeron a gentes que procedían de Asia y de las islas del Egeo.
El padre de Ramsés, Seti I, al ver la fuerte personalidad de su hijo, rápidamente lo asocio al trono. Desde pequeño ya destacó en el arte de la guerra y, durante la primera parte de su largo reinado, las campañas militares fueron muy numerosas. Algunas de ellas tuvieron importantes repercusiones políticas, como la emprendida contra los hititas y que significó la firma de un pacto entre los dos imperios más grandes del momento. Sin embargo, la vejez debilitó el carácter dominante de Ramsés, delegó sus responsabilidades políticas en la clase sacerdotal y se desentendió de la inestable situación que se vivía en el exterior. Egipto empezó a perder influencia en favor del imperio asirio y no se preparó para las destructivas migraciones de tribus indoeuropeas que acabaron con algunas culturas del Mediterráneo oriental.
La actividad constructiva fue muy importante durante su reinado. Erigió grandes templos, como los de Abu Simbel o el Rameseo, y creo una nueva capital, Pi-Ramsés, en el Delta. Asimismo, acabó o restauró edificaciones de épocas anteriores.
Seti I
Ramsés destacó también por su entrono domestico. Sabemos por los textos de la época que tuvo ocho esposas principales, entre las que se cuentan dos de sus hijas y una de sus hermanas, además de un numeroso harén. Pero de todas sus mujeres, la favorita fue la primera, Nefertari. Del mismo modo, los documentos coetáneos le atribuyen más de un centenar de hijos. La fama de Ramsés continua viva en la actualidad. Sus obras aún despiertan admiración y sus restos pavor. En una ocasión, su momia levanto un brazo ante una multitud de visitantes cuando estaba expuesta en una sala del Museo Egipcio del Cairo. Las causas se atribuyeron a una contracción de los músculos secos producida por el calor. Hoy, Ramsés descansa en una cámara acondicionada para conservar las momias reales.
Momia de Ramsés II
Ramsés constructor:
Al llegar al trono, todo faraón había de llevar a cabo una serie de trabajos, entre los que se contaba la construcción de edificios. El Rameseo, templo funerario cercano a Tebas, era como una pequeña cuidad donde se unían la vida laica y la religiosa.
El poder de Ramsés II:
Esta estatua de diorita negra se considera el mejor retrato del rey y expresa el poder del faraón sobre sus enemigos. Por ello, sus pies pisan nueve arcos que simbolizan la totalidad de los enemigos de Egipto.
El nombre real de Ramsés:
Los cartuchos, que contenían el nombre del rey, tenían la forma de un lazo alargado que se anudaba en la base y simbolizaba al faraón rodeado por el sol.
Ramsés Guerrero:
El faraón aparece subido en su carro y con su leopardo domesticado al lado en este dibujo realizado por Ippolito Rosellini a partir de uno de los relieves del Templo Grande de Abu Simbel.
Ramsés, azote del enemigo:
Como poder supremo del país, el faraón tenía el deber de defenderlo. En esta escena aparece Ramsés representado del mismo tamaño que el dios Amón y sujetando a sus enemigos por los cabellos.
Las esposas del faraón:
Ramsés II tuvo muchas esposas pero de todas ellas la favorita era Nefertari. El faraón le dedicó numerosos monumentos, como el Templo pequeño de Abu Simbel. En esta pintura, procedente de su tumba en el Valle de las Reinas, Nefertari aparece jugandose el destino de su alma al senet, juego que se parecía a nuestro ajedrez. Lleva puesto un amplio vestido de lino blanco y su tocado adopta la forma de la diosa buitre Nejbet.
Nefertari:
El nombre de la reina contenido en este cartucho significa “la Bella”. Pero esta belleza fue truncada por una muerte temprana, cuando la reina contaba con treinta años.
Abu Simbel:
En este lugar de Nubia se encuentran dos templos excavados en la montaña que, en la década de los 60, fueron trasladados para salvarlos de las aguas de la presa de Asuán. En el Templo Grande dos parejas de colosos que representan al Faraón flanquean la entrada. El Templo Pequeño estaba dedicado a Hathor y a Nefertari. Con la construcción de estos dos monumentos el Faraón dejó patente su dominio en Nubia.
Templo Grande de Abu Simbel
Templo pequeño de Abu Simbel
Ramsés Protegido de Amón:
El faraón rinde homenaje a Amón, dios protector de la monarquía, en este relieve del templo de Karnak. Para el, el rey hizo grabar en piedra un sinfín de plegarias con la intención de que le fuera favorable en las guerras que ampliaban y mantenían el poder de Egipto. Ramsés aparece arrodillado entre la triada tebana: Amón, sentado en su trono, su esposa Mut y su hijo Jonsu