Randall Coffee Roasters es un tostador de especialidad que está revolucionando el consumo de café en Madrid. Un espectro que se cierne sobre Chamberí: el espectro del café de tercera generación. Contra él se conjuran los viejos productores de ese brebaje llamado torrefacto, los que creen que les gusta el café pero ignoran lo que beben y los que, por desconocimiento, jamás han probado un café de calidad, artesanal y único.
De este hecho se desprende una consecuencia: el café de degustación ya está aquí. Para chutes de cafeína, consulte a su farmacéutico.
"En España no existe una cultura del café y por eso consumimos torrefacto, una variedad de café carbonizado con azúcar que permite utilizar granos de baja calidad. Eso explica su mal sabor", asegura Miguel Vega, el barista de la cafetería que Randall ha abierto en el Mercado de Vallehermoso para rematar la revolución que inició al tostar café de forma artesanal en San Fernando de Henares.
Aunque el torrefactado de las multinacionales no es la fuente de todos los males del café que bebemos en Madrid, influye demasiado en la calidad final de este inmundo brebaje de posguerra. "Para nosotros, la calidad del grano es lo primero. Solo utilizamos café de especialidad, que cumple con los estándares más exigentes, sin defectos, y además es trazable", cuenta Barry Randall, el tostador y cerebro de la operación.
Randall Coffee elige entre ese 1% del total de la producción mundial que es el café de especialidad y compra los granos de cooperativas femeninas en Etiopía o de cafetales en los altiplanos brasileños, entre otros rincones. Comercio justo y justificado, con unos granos con aroma a verdadero café.
Randall Coffee es un micro tostador, un artesano que trata sus 7 variedades de café a mano en una tostadora de 6 kilos. Su foco está en producir pequeñas cantidades de alta calidad y cada tostado es un proceso casi artístico, detallista, preciso. Puedes probar el resultado preparado por Miguel o llevarte una bolsa de 250 gramos a casa por un coste de entre 7,5€ y 10€, en función de la variedad. Pero antes déjate aconsejar.
Randall Coffee tiene por misión cambiar el hábito cafetero. "Para alguien con el paladar sin educar recomiendo que pruebe un café fácil, de Colombia o de Brasil, que tiene un perfil con chocolate", dice Miguel. El sabor es intenso, afrutado, a café, café.
"No aconsejamos añadir azúcar porque mata el sabor, el azúcar es para el torrefacto, aunque entendemos que la gente no está acostumbrada al café de verdad. Si quieres probar algo diferente tenemos un etíope natural, sin lavar y con la fruta un poco fermentada", añade Miguel. Provoca una explosión que deja huella en el paladar.
La variedad de Congo es de cata primero intensa y después recupera matices afrutados que se quedan contigo un rato. El de Kenia tiene un punto ácido que recuerda a los cítricos. Y sí, hemos bebido mucho café en Randall. Cantidades ingentes. Océanos de café. Todo el café. Tan tranquilos. ¿Y lo mejor? Sin problemas de sueño, porque aquí lo importante es el sabor y no el chute. Date una vuelta, únete a la revolución y deja tu opinión en los comentarios.
Los datos. Randall Coffee. Mercado de Vallehermoso, puesto 8. Calle Vallehermoso, 36. Horario: martes a viernes de 9:00 a 18:00. Sábado de 10:00 a 18:00. http://www.randallcoffee.com/
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