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Raonic sonríe 50 días después

Publicado el 09 marzo 2014 por Pablo_fernandez @plusmarcaweb

Raonic sonríe 50 días después

Milos Raonic (23) volvió a las pistas ayer en Indian Wells


Cincuenta días y cincuenta noches ha pasado el arma favorita de Milos Raonic esperando en el raquetero. Desde que el canadiense dijera adiós al Open de Australia en tercera ronda, una lesión de tobillo le había mantenido alejado de las pistas durante casi dos meses de competición. Ayer el joven de 23 años volvió a coger su raqueta y regresó en Indian Wells completamente recuperado. El resultado, una victoria ante Edouard Roger-Vasselin que, pese a la igualdad, aporta un titular significativo: 'El Cañonero' está de vuelta.
No está siendo un año fácil para Raonic. El jugador más joven situado en el ránking ATP (11º) tuvo una pretemporada más larga de lo habitual debido a unas molestias en el tobillo que le obligaron a arrancar más tarde que el resto. Acostumbrado a disputar los torneos de Brisbane o Chennai, esta vez fue directamente al postre, Grand Slam inicial de la temporada. En el primer encuentro estuvo la clave. Victoria en modo diésel ante Daniel Gimeno-Traver (7-6, 6-1, 4-6, 6-2) que iba a traer unas consecuencias fatídicas: su tobillo se había resentido tras el choque y peligraba la continuidad en el torneo aussie. Pese a ello, el canadiense decidió apretar los dientes y superó en segunda ronda a Víctor Hanescu sin complicaciones (7-6, 6-4, 6-4).
Grigor Dimitrov sería su siguiente rival. Si el de Podgorica salía vencedor, alcanzaría la cuarta ronda, con lo que igualaría su mejor resultado en el certamen oceánico. Por desgracia para el undécimo jugador del mundo, aquel 18 de enero iba a ser fiesta en Bulgaria. El encuentro de 'la nueva generación' se resolvió con Raonic despidiéndose de Australia (6-3, 3-6, 6-4, 7-6) y con su tobillo en peores condiciones que nunca. Forzar la máquina a veces tiene su recompensa pero también puede ocasionarte graves consecuencias. En este caso, fue lo segundo.
El canadiense causaba baja y vería por televisión una de sus competiciones preferidas, la Copa Davis. En la ronda inaugural aguardaba Japón, con Nishikori como referente y frente a una selección plagada de ausencias. Al tobillo de nuestro protagonista se unía la espalda de Pospisil, con lo que los dos mejores canadienses del ranking dejaban sus puestos a Dancevic (119º) y Polansky (135º). Pasó lo que tenía que pasar. Los nipones arrasaron en la eliminatoria con un 4-1 contendiente y mandaron a Canadá a luchar por la permanencia en el Grupo Mundial. Hace un año, con Raonic en sus filas, habían sido semifinalistas después de derrotar a España e Italia. Solamente la Serbia de Novak Djokovic pudo pararles aquella vez. Cómo cambia el panorama de un curso a otro.

Raonic sonríe 50 días después

Dimitrov superó a Raonic en 3R del Open de Australia


Pasaban los días y los dolores no se iban. Marsella, Memphis, Dubai... los torneos pasaban y el tobillo del montenegrino seguía convaleciente. Se hacía extraño no ver a Milos en el mes de febrero defendiendo su título en San José, torneo fulminado del calendario ATP esta temporada donde el de Podgorica había levantado el trofeo los tres últimos años. El objetivo ya estaba marcado en el calendario: Indian Wells. El primer Masters 1000 de la temporada sería el del regreso del número once del mundo. En California precisamente fue donde Ivan Ljubicic, entrenador del canadiense, alzaría su última corona como profesional en el año 2010, con lo que confiar el regreso al Tennis Garden estadounidense apetecía tanto a pupilo como a técnico.
La primera piedra era peligrosa. Roger-Vasselin, finalista este año en Chennai, sería el primer obstáculo en el desierto americano. Raonic salió a pista con zapatos nuevos ante el francés y con la mente ardiendo de furia por la inactividad que su tobillo le había "regalado" en estos últimos cincuenta días. Hasta ¡33 aces! le propinó ayer el canadiense al de Gennevilliers. La máquina todavía no carburaba al completo pero desde la línea de saque, Milos era el de siempre, 'El Cañonero'. Como es habitual, llegar al tiebreak cuando juegas contra este hombre es igual que subir a la red cuando juegas contra Rafa: tienes todas las de perder. Así fue como la tercera victoria del año (7-6, 4-6, 7-6) llegaba más tarde que nunca para el de Podgorica pero dejaba un buen sabor de boca después de tanto sufrimiento.
En el horizonte espera un renacido Alejandro Falla, también recuperado de una dura lesión en su pierna derecha. El colombiano viene de eliminar al gigante Janowicz salvando una bola de partido, con lo que tampoco será un encuentro sencillo. A partir de tercera ronda ya aparecen los ogros: Murray, Nadal, Federer y Djokovic, uno detrás de otro hasta la final. El camino da miedo solo de verlo, pero ya no existe el miedo. La recuperación de su tobillo por fin ha finalizado y puede volver a disfrutar del tenis. Raonic sonríe de nuevo.
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