Raquel Carrera, tras el partido. Foto: Toni Delgado.
Toni Delgado / Sant Feliu de Llobregat
Su cara de adolescente confirma su edad, aunque el discurso se empeña en contradecirla. Puede que algún día Raquel Carrera (Ourense, 2001) publique un libro de autoayuda para explicarnos al resto cómo se digieren y relativizan los pasos gigantes. La pívot del Celta Baloncesto no para de sonreír y contesta con pausa. No le preocupa su futuro, inmenso para los expertos. Se centra en lo que puede controlar: el esfuerzo diario. “Con 16 años tiene una carrera por delante increíble. No se cansa nunca. Raquel siempre quiere más”, la elogia su compañera Itziar Germán. “Siempre intento escuchar a quienes tienen más experiencia que yo”, explica a Cronómetro Récords Raquel Carrera (12 puntos y ocho rebotes), fundamental para que el Celta Baloncesto se llevase el triunfo en su visita al Barça CBS (68-71) y siga invicto en el grupo A de Liga Femenina tras nueve jornadas. —Itziar Germán y Minata Keita te han llevado al banquillo a hombros al principio del tercer cuarto. Has estado un buen rato calentando y has podido volver a jugar los últimos minutos. ¿Cómo está tu rodilla izquierda?Bien. Me la torcí un poco en un mal gesto [aunque después de la entrevista se va al vestuario cojeando un poco].
—Os habéis acercado a dos puntos a falta de 5m 20s y después de llegar a ceder por 12. Os han hecho un parcial de 7-0 y entre Itziar Germán, Lacorzana Gervasini y habéis completado una gran remontada. Cuando el partido se complica, lo mejor que hay que hacer es calmarse. Ése es el camino.—Cuando te pitaba el público cuando estabas tirando los tiros libres, ¿oías algo?Sólo pensaba en meter dos puntos fáciles.
—¿No te afectan esas cosas?No. Siempre he pensado que los puntos de tiros libre son fáciles. Un regalo, vamos.—¿Qué te pide Cristina Cantero?Que asuma responsabilidades en la pista y... ¡Juegue como sé! [Se ríe]. Trabajo cada día. Me pide lo mismo que al resto. No me puede tratar diferente por ser la más pequeña. En el Celta me están ayudando mucho a mejorar.
—En la pista estás muy pendiente de todo: apoyas a la compañera que ha fallado, animas en los tiros libres... Son detalles muy importantes. Si nos ponemos todas tristes, no conseguiremos nada. Tenemos que ser una piña.
—A veces parece que te falte confianza en los tiros fáciles. Estoy de acuerdo. La confianza se coge con el tiempo, y me queda tiempo por delante.
—¿Sueles leer lo que escriben de ti? Sí… [Se ríe]. Los escriben expertos, gente que sabe, y las críticas son constructivas. Intento mejorar en lo que dicen que me falta, aunque si son cosas buenas, mejor.
—¿Alguna crítica sobre ti que te haya llamado la atención últimamente? [Se ríe y nos reímos]. Como estamos ganando, sólo dicen cosas buenas. Cuando perdamos, quizás digan algo malo.
—Nueve victorias en nueve partidos. La semana pasada superasteis por 102-71 al ADBA e Itziar Germán le dijo en la entrevista después del partido a Nano Ameneiro, vuestro jefe de prensa, que teníais que mejorar en defensa. ¿La clave del equipo es el inconformismo?Sí. Además, aunque nos vaya bien en ataque, si no defendemos… Necesitamos mejorar en ese aspecto. Itzi tiene razón.
—Has renovado dos años más con el Celta Baloncesto. ¿Tuviste opciones de fichar por algún club de Liga Femenina o de irte a Estados Unidos?Sí, pero tengo 16 años y quiero seguir mejorando en un club en el que me están enseñando mucho y estoy a gusto. Por eso me he quedado.
—¿Qué te aconsejó tu entorno? Mis padres siempre me dieron la opción de escoger lo que creyese mejor para mí. Siempre los he escuchado mucho. Son mi ejemplo en la vida.
—¿Te han enseñado a tener los pies en el suelo?Exacto. Siempre que juego bien mis padres me dicen que tengo que mejorar. Jamás me han dicho que soy la mejor. Siempre me comentan lo mismo: “Trabaja, trabaja y trabaja”.
—¿Qué te dijeron cuando el Celta se fijó en ti cuando tenías 14 años? Tenías que irte de Ourense. “Si quieres llegar a algo en el baloncesto y si te gusta de verdad, vete. Nosotros te voy a apoyar, estés donde estés”. Eso me comentaron. “Me gusta el baloncesto, y me voy”, les dije.
—La temporada pasada debutaste en Liga Femenina 2 con 14 años, 11 meses y un día. ¿Cómo recuerdas el momento y las horas previas? ¿Cómo te lo comentó Cristina Cantero? Pensé que iría a aplaudir a mis compañeras y a hacer los ejercicios de calentamiento. Pero no. Ese día Cristina Cantero me dijo: “Prepárate porque vas a jugar”. Había jugado con ellas, pero estaba nerviosa porque algunas me doblaban la edad. Aunque, si lo piensas bien, es un partido más y todas jugamos al mismo deporte. Si trabajas duro, puedes llegar donde quieras, independientemente de la edad.
—Lo relativizas todo. Sólo te fijas en el esfuerzo. Tal cual. Si te lo propones, todo es posible.
—¿Por qué Laura Alonso es una de tus referentes?Desde que vine a Vigo me ha ayudado en cuanto he necesitado. Ha sido como una madre.
—Sé que muchos y muchas te preguntan por tu futuro. No seré menos: ¿en qué tienes que mejorar para llegar a la selección absoluta? Debo mantenerme con los pies en la tierra y seguir trabajando cada duro. Si continúo mejorando, podré llegar. Que no es así, insistiré hasta llegar sí o sí. [Se ríe].
—¿En qué tienes que mejorar?En los tiros fáciles que comentabas antes, ser más dura en defensa, mi mano izquierda también flojea un poco… En todo en general.
—Tienes un instinto especial para los rebotes: es colocación e intuición, más allá de que tengas los brazos muy largos. Eso también ayuda.
¡También! [Nos reímos]. Aunque también es importante conocer bien a quién tiro y saber cómo es el aro, pues algunos rebotan más y otros menos. Y luego, claro, saber colocarte bien y pegarte duro con quien sea para cogerlo. Enlace relacionado Itziar Germán cree en los imposibles