Si tienes un negocio -no importa si estás al frente de una empresa o eres autónomo- una de las cosas más importantes que debes tener claras es si todo el esfuerzo que estás invirtiendo está resultando ser rentable. Para ello te será de gran ayuda conocer el ratio de liquidez y saber cómo calcularlo con una sencilla fórmula.
Gracias a él, puedes saber si estás ganando dinero suficiente o si tienes que tomar medidas para conseguir que tu negocio subsista. Ya sean para reducir los gastos o para aumentar los ingresos.
Aunque las matemáticas no sean lo tuyo, vas a comprobar que calcular este ratio es rápido y sencillo, así que ya no tienes excusa para no hacer números en tu negocio.
¿Qué es la liquidez?
Antes de nada, conviene que tengas claro de qué estamos hablando cuando hacemos referencia a la liquidez. Se trata de la capacidad que tienen una persona o una entidad (en este caso tu negocio) para hacer frente al pago de las obligaciones a corto plazo.
Las obligaciones a corto plazo son esas deudas que vas a tener que abonar en un plazo inferior a un año.
Pongamos un ejemplo:
- Imagina que has adquirido un equipo informático para tu negocio y ha costado 1.600 euros, cuyo pago has divido en seis plazos. Abonarás cada mes 266 euros hasta que termines de pagar el ordenador.
- Por tanto, ya sabes que durante los próximos seis meses tus gastos mensuales fijos se incrementarán en 266 euros, así que debes asegurarte de que tienes dinero suficiente (liquidez) para pagarlos.
Para pagar tus deudas necesitas dinero líquido, que es el que tienes en metálico o en tus cuentas corrientes. Pero seguramente en tu negocio también tienes activos que se pueden convertir en líquido en poco tiempo, y esos son los que interesan cuando hablamos del ratio de liquidez. Vamos a verlo con más detalle a continuación.
¿Qué es el ratio de liquidez?
Es el indicador que nos permite saber si nuestro negocio tiene dinero suficiente para hacer frente al pago de las obligaciones a corto plazo.
Con el ejemplo del ordenador, veíamos muy claro que íbamos a necesitar contar con 266 euros cada mes para abonar la deuda contraída, pero lo normal es que un negocio no tenga un solo gasto sino varios. Además, unos serán variables y otros fijos.
Precisamente para eso nos sirve el ratio porque, gracias a él, vamos a saber si nuestro negocio tiene capacidad suficiente para convertir los activos en dinero líquido con el que pagar las deudas pendientes.
Cálculo del ratio de liquidez en las empresas
La fórmula es muy sencilla:
Ratio de liquidez = (activo corriente / pasivo corriente) x 100
De cara a hacer los cálculos, debes tener en cuenta que el activo corriente está formado por todos aquellos bienes y derechos de las empresas que se pueden convertir en dinero de manera rápida.
Algunos ejemplos serían:
- Dinero en cuentas corrientes.
- El stock almacenado.
- Facturas pendientes de cobro.
Por el contrario, el pasivo corriente lo conforman las deudas que están pendientes de pago y que vencen a corto plazo.
Algunos ejemplos serían:
- Facturas de proveedores.
- Amortizaciones de un préstamo.
- Impuestos.
Imagina que revisas el balance de tu negocio y te das cuenta de que tu volumen de activos actual es de 125.000 euros, mientras que el pasivo corriente es de 75.000 euros. Aplicamos la fórmula:
(125.000 – 75.000) x 100 = 7,4
Lo que nos indica esta cifra es cuántos euros tenemos en el activo por cada euro debido a corto plazo. En este ejemplo, vemos que el negocio tiene 7,4 euros por cada euro que debe. ¿Verdad que parece un resultado bueno? Pues no es del todo así, luego veremos las razones.
Analicemos antes otro ejemplo:
- Supón ahora que el balance de tu empresa establece que tienes 40 000 euros en activos, pero debes 55 000 euros a corto plazo.
- Aplicamos la fórmula:
(40.000 – 55.000) x 100 = – 5,5
Lo que ocurre aquí es que tu empresa está en apuros porque, por cada euro líquido que tiene, debe 5,5 euros. Es decir, que no va a poder hacer frente a sus deudas.
Interpretación del ratio de liquidez
De todo lo que estamos viendo, se desprende que es muy importante que prestes atención a la tesorería de tu negocio y te asegures periódicamente de que todo está en orden.
Si has llegado a una situación en la que te falta liquidez, pero no demasiada, todavía puedes solucionarlo. Por el contrario, si no estás atento, para cuando te quieras dar cuenta de que te has endeudado demasiado ya será tarde.
No basta con calcular el ratio, debes saber interpretarlo.
- Por norma general, si el ratio está en torno a 1,50 estás en una situación perfecta, porque tu negocio posee activos suficientes para cubrir las deudas.
- Por el contrario, si el ratio está por debajo de 1,50 es posible que estés en problemas. Cuanto más por debajo del 1,50 esté el ratio, más dificultades de solvencia puedes tener. Que es justo lo que ocurría en el ejemplo que hemos visto antes.
¿Recuerdas el ejemplo en el que el ratio de liquidez era de 7,4? A priori, parecía un buen resultado, pero ahora vamos a ver que no es así. Si el ratio está muy por encima de 1,50, lo que está pasando es que tenemos un exceso de recursos a los que no les estamos sacando todo el partido que deberíamos.
Equilibrio en tu ratio
Todas las empresas quieren ganar dinero, y para ello deben hacer un buen uso de sus activos. Contar con demasiado activo corriente cuando el nivel de endeudamiento es bajo, implica que realmente estamos perdiendo dinero, porque podríamos aprovechar esos activos de forma que nos dieran más rentabilidad.
Debes tener en cuenta que no todos los negocios son iguales.
Esta interpretación que estamos haciendo de los ratios es bastante generalista. No en todos los casos tener un ratio de liquidez muy por encima de 1,50 es necesariamente negativo.
Quizá en tu sector, o atendiendo a la situación económica del momento concreto, sea mejor tener algunos recursos extra por lo que pueda pasar.
Mejorar el ratio de liquidez
Tanto si el ratio es demasiado alto como si es demasiado bajo, puedes tomar decisiones que te ayuden a alcanzar un mejor equilibrio.
Ratio muy por encima de 1,50
En este caso, convendría que buscaras opciones para sacarle más partido al activo corriente.
- Por ejemplo, invertir en nueva maquinaria para producir más, destinar más dinero a marketing para captar nuevos clientes, adquirir un software que haga tu trabajo más rápido y sencillo, etc.
- También podrías plantearte la opción de cancelar deudas con vencimiento a largo plazo (más de un año). Así bajas el activo corriente y el pasivo no corriente, mientras que el pasivo corriente se mantiene igual.
- Otra alternativa es repartir dividendos entre los socios o incluso devolver a alguno de ellos su aportación. Así, bajas el activo corriente y también el patrimonio neto.
Ratio muy por debajo de 1,50
Si lo que ocurre es que has notado que hay una importante falta de liquidez, debes tomar decisiones y pasar a la acción lo antes posible. Lo que tienes que hacer es aumentar el activo corriente, disminuir el pasivo corriente, o incluso intentar hacer ambas cosas a la vez.
Algunas ideas para poder solucionar esta situación son:
- Una forma de reducir el pasivo corriente es aumentando el no corriente. Para ello tendrás que iniciar un proceso de negociación con tus acreedores y conseguir que algunas de las deudas a corto plazo se conviertan en deudas a largo plazo.
- Si la negociación no es posible, está la opción de solicitar un préstamo y cubrir con él las deudas a corto plazo. Estas desaparecen y, en su lugar, te queda una deuda a largo plazo. No obstante, ten en cuenta que esto te puede acabar saliendo más caro a la larga porque pagarás más intereses cuanto mayor sea el período de amortización de la deuda.
- Otra alternativa es liquidar activos fijos o inversiones a largo plazo. Así aumentas la liquidez o activo corriente, pero reduces tu activo fijo.
- También está la opción de aumentar las aportaciones de los socios, incrementando así tanto el activo corriente como el patrimonio neto.
- Además de todo lo anterior, es conveniente que diseñes una estrategia orientada a reducir los gastos y aumentar los ingresos mediante las ventas. Podrías cambiar de proveedores, explorar nuevos mercados, etc.
Ratio de liquidez inmediata
Conocer este ratio también te puede resultar de utilidad, porque lo que mide es el dinero que tienes disponible de forma inmediata para hacer frente a las deudas. Es decir, que únicamente tiene en cuenta el dinero que hay en caja o en el banco. Se calcula así:
Ratio de liquidez inmediata o disponibilidad = (efectivo / pasivo corriente) x 100
En este caso, es muy complicado establecer un valor óptimo, porque la tesorería de un negocio puede variar mucho a lo largo de un mismo ejercicio económico. A pesar de ello, los expertos lo sitúan en torno a 0,30.
Conclusión
Ha quedado claro que el ratio de liquidez puede ser especialmente útil a la hora de conocer la situación en la que se encuentra una empresa. Por eso, no hay que pasarlo por alto.
Ahora que ya sabes cómo se calcula y cuáles son los valores óptimos, es hora de que pongas manos a la obra y analices tu negocio.