Menudo trío de ases.
Rato:
Trillo y Martínez Pujalte cobraron cuando eran diputados de la oposición a través de sus respectivos bufetes elevadísimascantidades -354.560 euros en tres años el primero, 75.000 en poco más de uno el segundo- procedentes de una constructora que resultó adjudicataria de parques eólicos en Castilla y León. El objeto de los contratos consistía en asesoramientos estratégicos que, y eso es especialmente irritante, se habrían prestado de forma verbal. No hay pues rastro de ellos que permita fiscalizar si efectivamente se llevaron a cabo ni si el valor de mercado está en consonancia con el precio abonado o estamos ante una transferencia encubierta de rentas. A este respecto tenemos alguna pista: no hay constancia de que Trillo y Martínez Pujalte tengan la más mínima experiencia en el sector de las energías renovables o en la reestructuración de empresas como para percibir tan espléndidos honorarios sólo por transmitir sus consejos. No es creíble.
Dicen que lo declararon. Pero ¿qué tipo de consejos dieron si no tienen conocimientos oficiales sobre esos sectores, muy especializados por cierto?
Insisto: los del PP deben tener atrofiada la neurona.