El dictador de Cuba, Raúl Castro, ofreció su primer discurso como presidente ante la Asamblea General de Naciones Unidas este lunes, fustigando la policía del embargo de Estados Unidos y defendiendo a sus aliados latinoamericanos.
“Tras 56 años de heroica y abnegada resistencia de nuestro pueblo quedaron reestablecidas las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos de América. Ahora se inicia un largo y complejo proceso hacia la normalización de las relaciones”, dijo Castro en la última mitad de su discurso de unos 18 minutos de duración.
En la que era una de las intervenciones más esperadas de la primera jornada del foro mundial, el mandatario cubano enumeró las condiciones para llegar a la normalización del vínculo entre La Habana y Washington.
“Se alcanzará cuando se ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba; se devuelva a nuestro país el territorio ocupado ilegalmente por la Base Naval de Guantánamo; cesen las transmisiones radiales y televisivas y los programas de subversión y desestabilización contra Cuba, y se compense a nuestro pueblo por los daños humanos y económicos que aún sufre”.
Resolución contra el embargo
Castro advirtió que su gobierno seguirá presentando anualmente ante la ONU el documento en el que se pide el fin del embargo estadounidense y que suele ser aprobado por la mayoría de la Asamblea con los votos contrarios de EE.UU., Israel y la abstención de algún otro aliado.
Por vigésimo cuarto año seguido, se espera que la delegación cubana presente a la Asamblea un texto en el que se pide a comunidad internacional rechazar leyes extraterritoriales, como la estadounidense Helms-Burton de 1996 que agudizó el embargo contra la isla.
En círculos diplomáticos se especula que este año la novedad en el voto de esta resolución, que no es de carácter vinculante, sería la abstención de la delegación estadounidense.
Aunque algunos observadores consideran inaudito que Washington no defienda sus propias leyes, otros destacan el hecho de que el presidente Obama ha pedido al Congreso tomar los pasos para desmontar el embargo como vía para normalizar las relaciones con La Habana.
Apoyo a los amigos
En su discurso, Castro tuvo espacio para expresar su respaldo a países aliados como Venezuela, Ecuador o Brasil, cuyos gobiernos considera que están sufriendo estrategias desestabilizadoras.
“La República Bolivariana de Venezuela contará siempre con la solidaridad de Cuba frente a los intentos de desestabilizar y subvertir el ordenamiento constitucional, y destruir la obra iniciada por el compañero Hugo Chávez Frías y continuada por el presidente Nicolás Maduro Moros a favor del pueblo venezolano”.
“De igual manera, va nuestra firme e irrestricta solidaridad a la República del Ecuador, a su Revolución Ciudadana y a su líder, Rafael Correa Delgado, que se ha convertido en el blanco del mismo guión de desestabilización aplicado contra otros gobiernos progresistas de la región”.
Castro defendió el derecho a la independencia de la isla de Puerto Rico y expresó respaldo al reclamo de Argentina sobre las islas Malvinas/Falklands, Sándwich del Sur y Georgias del Sur, cuya soberanía disputa a Reino Unido.
Fuente: BBC