Raúl Castro prometió su retirada como gobernante dentro de 5 años, al pronunciar el discurso de clausura en la sesión constitutiva de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 24 de febrero de 2013, y lo ha reiterado en muchas ocasiones. Por tanto, se supone que el 24 de febrero de 2018 cese en esas funciones, aunque mantendrá el poder como primer secretario del Partido Comunista.
Sin embargo, recientemente el canciller Bruno Rodríguez declaró durante su visita a Portugal: “Desde el punto de vista de la Constitución y la ley electoral no existen restricciones a la reelección indefinida. Tengo conocimiento de las posturas públicas del presidente en el sentido de contemplar los procesos de revisión constitucional o legislativa para establecer algún tipo de limitación al número de mandatos. Sin embargo, no existen enmiendas constitucionales en ese sentido”.
Fidel Castro ejerció las presidencias de los Consejos de Estado y de Ministros durante más de cuatro décadas, siempre ratificado unánimemente por la Asamblea Nacional del Poder Popular como un trámite de rutina para cumplir lo establecido por la Constitución. Raúl Castro fue “elegido” en 2008 y 2013, y podría serlo en 2018. Cabría preguntarse por qué el canciller adujo que no existe restricción a la reelección indefinida.
El General anunció próximas modificaciones en la Constitución durante el discurso antes mencionado, entre ellas la limitación a un máximo de dos períodos consecutivos de cinco años el desempeño de los principales cargos del Estado y del Gobierno y edades máximas para ocupar esas responsabilidades. Además precisó: “…deseo esclarecer que en mi caso, con independencia de la fecha en que se perfeccione la Constitución, este será el último mandato”.
Raúl Castro argumentó que la elección de Miguel Díaz-Canel como primer vicepresidente respondía a la necesidad de garantizar “en la cúspide del poder estatal y gubernamental la unidad ejecutiva frente a cualquier contingencia por la pérdida del máximo dirigente de manera que se preserve, sin interrupción de ningún tipo, la continuidad y estabilidad de la nación”. Definió la decisión como de “particular transcendencia histórica porque representa un paso definitorio para la configuración de la dirección futura del país, mediante la transferencia paulatina y ordenada a las nuevas generaciones de los principales cargos”. Precisamente Bruno Rodríguez, ascendido al Buró Político del PCC en diciembre de 2012, parece ocupar la primera línea de los nuevos dirigentes.
Las palabras del ministro sugieren los preparativos para revertir airosamente el compromiso de Raúl Castro, mediante su elección por el pueblo como diputado en los comicios a fines de 2017, y la petición de los diputados para que permanezca como presidente en la sesión de la Asamblea Nacional del 24 de febrero de 2018. La intención del general podría ser real, para zafarse de la carga ejecutiva con reuniones nacionales, desplazamientos internacionales y protocolo a visitantes. Pero su incumplimiento confirmaría la gran envergadura de la situación política, económica y social, y el fracaso de la llamada Actualización del Modelo Económico y Social.
La crisis económica es evidente, sin que pueda culparse únicamente al embargo de Estados Unidos y la caída de la colaboración con Venezuela. En lo político podría tratarse de la imposibilidad de compatibilizar tendencias e intereses de los octogenarios dirigentes para su desplazamiento, el ascenso de sustitutos y las discrepancias sobre las medidas que tomar.
Los desfiles el 1 de mayo pueden ser multitudinarios, más sólo obnubilan de las costas hacia afuera. La mayoría de los cubanos aparenta para poder “sobrevivir”, pues el futuro luminoso prometido podría tener apagones en el curso de 2017. Las calamidades usuales debido a los salarios miserables y los precios estratosféricos se agudizan por los desabastecimientos de productos esenciales en las inevitables y caras tiendas de venta en divisas (TRD). Las desigualdades crecen y la corrupción se expande, sin que las inspecciones y auditorias puedan resolver las deformaciones de los valores éticos, fomentadas durante los 58 años revolucionarios en la formación del hombre nuevo.
Raúl Castro deberá informar sobre la situación de la economía en el primer semestre y posiblemente restricciones adicionales para afrontar la crisis, durante la sesión de Asamblea Nacional en julio. También tendrá la posibilidad de presentar los proyectos de Constitución y leyes, liberadoras de los derechos de los cubanos, cuya participación en la toma de decisiones impulsaría la recuperación y el desarrollo de Cuba. El General aún está a tiempo de sentar las bases de una sociedad laboriosa, en un ambiente de paz y reconciliación.
Con información de Cubanet.
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