Raúl besa su primera Copa - EFE.
La camiseta azul con su nombre y el 7, su número de siempre, en blanco se agota constantemente en Alemania, pero también en España. Raúl González Blanco (Madrid, 1977) apenas tardó unas semanas en convertirse en el referente del Schalke 04, un equipo humilde y oriundo de la Olla del Ruhr, zona industrial y minera. Un equipo engrandecido, orgulloso tras conseguir la quinta Copa de su historia venciendo por 0-5 al Duisburgo, de la Bundesliga 2. Raúl dirigió las celebraciones. "Seguimos por allí, por allí", les decía con gestos a sus compañeros y seguro que con una frase en alemán, pues lleva tiempo estudiándolo. Antes de coger el trofeo, su equipo hizo una vuelta de honor con un trofeo de plástico que iba pasando de mano en mano. Resultó la imagen más curiosa del único título de club que faltaba en el palmarés de Raúl, el de Copa, que no pudo conseguir en sus 16 años (perdió dos finales ante el Depor y el Zaragoza) en el Madrid, que a la par finalizó la temporada con una goleada por 8-1 ante Almería en la que Cristiano Ronaldo se convirtió en el primer futbolista de la historia de la Liga en alcanzar los 40 goles, una cifra que no se producía en una de las grandes ligas europeas desde la temporada 1771-1072 con Müller, del Bayern, de goleador. Cristiano ha marcado once goles en los últimos cuatro partidos. Será Bota de Oro.No marcó, pero Rául, situado de enganche esta vez, ha sido el líder de un Schalke 04 que fue el conjunto revelación de la Champions, capaz de superar en los cruces al Valencia y al actual campeón, el Inter, antes de perder ante el Manchester en semifinales. En esa eliminatoria de Copa eliminó al Bayern para plantarse en una final que duró lo que quiso Farfán, que sirvió los tres primeros goles: 42 minutos. O menos todavía, 22, los que tardó en asistir a Draxler y Huntelaar, que definieron de volea y con la puntera respectivamente. Farfán sacó el córner del tercero, rematado por Höwedes bajo la complacencia de los centrales y el despiste del portero. El cuarto fue del español Jurado y el último, de nuevo de Huntelaar.
Tres españoles se abrazaron tras el partido: Raúl, Jurado y Escudero, emigrantes triunfantes en Alemania en el Schalke 04, los tres orgullosos de ganar el primer título fuera de su país. El 7 fue el cuarto en acercarse a la Copa y se abrazó al primer a su mentor, su ex compañero en el Madrid, Metzelder. "Esto para mí es más que un título. Lo fácil para mí hubiera sido quedarme en el Real Madrid, en mi casa, en el equipo que me formó", razonó Raúl, "pero decidí seguir compitiendo y por eso me alegra todavía más la conquista de la Copa". Se quedará un año más en Alemania. Es infatigable y su carisma, eterno.