Los azulgrana igualan el peor inicio en Liga ACB, dos derrotas, que databa de la temporada 2006-2007
Raül López, brillante ante el Barça- ACB Photo.
Hacía más de seis años que Sarunas Jasikevicius (Kaunas, Lituania, 1976) había jugado su último partido en la Liga ACB en la Fonteta con la corona de MVP y alcanzando el título. Su regreso al torneo resultó tan intermitente como el del resto del grupo, que como le sucedió ante el Valladolid tiene instantes preocupantes en los que no da pie con bola y parece un equipo menor, incluso en defensa. Incluso así, jugando rematadamente mal en la segunda parte llegó a trompicones a los últimos 25 segundos 70-67 por debajo en Miribilla. Pero Moerman con su triple hizo justicia al señor partido del Bilbao Basket y, en particular, del propio tirador francés, del torbellino Raül López y del eterno Mumbrú. Jaskevicius logró dos triplazos de videoteca, tan excelentes como inútiles, pues la renta era inalcanzable (78-77) y el Barça igualó su peor inicio en la historia de la Liga ACB con dos derrotas en las dos primeras jornadas, como en el curso 2006-2007, con Dusko Ivanovic como entrenador y con la visita a Alicante y el traspié en el Palau en el Gran Canaria como puntos negros.Los azulgrana tuvieron un rendimiento notable en los dos primeros cuartos, pero, faltos de puntería y quizás de actitud, fueron desnudados por un Bilbao Basket más eficaz, eficiente y descarado bajo la manija de Raül López y la electricidad de Vasileiadis y el pulso de Moerman, que acertó en sus tres intentos desde más allá de 6'75. Y de irse al descanso 37-43 feliz con una canasta sobre la bocina de Tomic, atento hasta entonces, a asistencia de Huertas, que empezó siendo un puntal y se fue diluyendo conforme pasó el partido. Ni él (0/5) ni sus compañeros acertaban con los triples (5/25) y habían perdido su intensidad en el rebote. Buenas noticias por tanto para un Bilbao Basket con más hambre ante un rival que jugaba acelerado, que pretendía ser tan concreto que acababa siendo obtuso. Sólo se salvaban algunos apuntes de Ingles, Todorovic o Abrines, tres que, en teoría, no deberían ser los líderes del equipo. Pero Navarro tiene que encontrarse todavía y reapareció tras ser baja por su maldita fascitis plantar y debe dosificarse, Sada acabó dolorido del hombro y Jawai ofrece más mates que fiabilidad. A cinco minutos la ventaja del Bilbao Basket eran 10 puntos (56-56) y aunque al Barça le quedaba mucho tiempo por delante y Abrines y Lorbek estaban finos no le alcanzó la suerte de que su rival fallase más que él. En el último tiempo muerto el encargado del pabellón alargó hasta el límite el primer gran éxito del grupo Bon Jovi, Runaway, que narra el relato de una pequeña fugitiva. Una metáfora de este Barça que necesita mejorar mucho para dar lo que se espera de esta plantilla bastante renovada y que no acaba de carburar. Mientras, su rival, que también había perdido en la jornada inicial, festejó su primer triunfo. Una victoria de prestigio y tranquilidad.