Ray Harryhausen (1920-2013)

Ha fallecido a la edad de 92 años uno de los más destacados pioneros de los efectos especiales. Ganó un óscar honorífico por su trabajo en 1992.


No hace tanto tiempo que crear y mover todo tipo de criaturas fantásticas para el cine era un auténtico reto. De hecho en 1977 George Lucas acometió “Star Wars” renunciando a alguna de sus ideas porque no era posible técnicamente hacer lo que tenía en mente (en “El imperio contraataca” en 1981 todavía usa la stop motion) y hasta “Terminator 2” (James Cameron, 1991), “Parque Jurásico” (Steven Spielberg, 1993) o “El señor de los anillos” (Peter Jackson, 2001) no se consiguió sustituir del todo la stop motion y los muppets para dar vida en pantalla a seres surgidos de la imaginación. Recordemos por ejemplo que las criaturas de “Cristal oscuro” (Jim Henson, Frank Oz, 1982) eran muñecos aún y que el primer “Terminator” (James Cameron, 1984) usó la stop motion todavía.
La clave de los avances cinematográficos en este sentido son los progresos tecnológicos con el ordenador y ahora casi todo es posible, pero antes de que los ordenadores formaran parte esencial de la postproducción de cualquier película con efectos especiales se trabajaba con maquetas, decorados, muñecos y técnicas en cierto modo rudimentarias como la stop motion (=técnica de animación que consiste en aparentar el movimiento de objetos estáticos por medio de una serie de imágenes fijas sucesivas).
El más grande maestro y precusor de la aplicación de la stop motion para el cine fue Ray Harryhausen, aunque lo más adecuado sería señalarlo no sólo en este terreno sino en general como uno de los pioneros de los efectos visuales tal y como hoy los conocemos. Por así decirlo es el padre de todas las compañías de efectos especiales actuales desde Industrial Light & Magic a Digital Domain.
Ver ahora las películas en las que desarrolló su trabajo es, por desgracia, algo más propio de estudiosos que de consumidores del cine de entretenimiento, es lógico, unas técnicas van dejando obsoletas a las anteriores y las películas que no cuentan con los últimos avances empiezan a “oler” a naftalina, pero no podemos olvidar que este hombre hizo un trabajo fabuloso con los medios que dispuso y abrió el camino para el cine fantástico que tanto nos gusta hoy en día.
Revisando su filmografía no es que tenga títulos de relumbrón, sobretodo por lo dicho, porque aquellas películas han sido mejoradas con nuevas versiones o porque los efectos ya no están a la altura de lo que puede verse hoy día; pero para los que tengáis curiosidad en saber cómo trabajaba yo destacaría:
Simbad y la princesa (1958)
Los viajes de Gulliver (1960)
La isla misteriosa (1961)
Jasón y los argonautas (1963)
Hace un millón de años (1966)
El viaje fantástico de Simbad (1974)
Simbad y el ojo del tigre (1977)
Furia de titanes (1981)
Sea como fuere todos reconocen su aportación al género fantástico y George Lucas llegó a decir en su día que sin él nunca habría existido Star Wars.
Como ejemplo de su buen hacer destacar su trabajo quizás más recordado y valorado, que le costó tres meses de trabajo: la batalla contra los esqueletos en “Jasón y los argonautas” (1963).