Por Gabriel Flores
(Publicado originalmente en diario El Comercio, Quito, el 5 de abril de 2017)
La primera impresión que deja el escritor español Ray Loriga, ganador del la XX edición del Premio Alfaguara de Novela, luego de una entrevista telefónica que brindó a medios locales al mediodía de hoy, 5 de abril del 2017, es que es un autor sin poses al que le gusta el humor negro y el sarcasmo.
Cuando El Comercio le pidió que explique cómo en ‘Rendición’, la novela con la que ganó este premio, la vida privada desaparece frente al dominio de lo público -una idea que fue mencionada por editorial Alfaguara- lo primero que pronunció fue ‘selfie’. Todos hemos visto ‘La vida de los otros’, la película donde se muestra como la Stasi, una red de espías del gobierno alemán vigilaba la vida de los otros.
Las sociedades más sofisticadas llegan a un nivel superior donde uno se espía a sí mismo y se delata así mismo”, dijo Loriga. Este autor madrileño, nacido en 1967, explicó que en las sociedades actuales el delator es uno mismo y que por su afán de protagonismo insensato delata todos sus secretos y todos sus misterios, de alguna manera quitándose la propia dignidad.
Loriga, autor de novelas como ‘Héroes’, 1993; ‘Tokio ya no nos quiere’ (1999); y ‘Za Za, emperador de Ibiza (2014,) contó que en su vida el arte y la escritura siempre han sido espacios que lo han sacado del aburrimiento. “Antonio Machado decía que la infancia es lluvia tras los cristales. Delante de esa lluvia y esa tristeza abres un libro de Robert Stevenson y estás en los mares del sur”.
La novela de Loriga fue presentada para el concurso con el título de ‘Victoria’ y bajo el seudónimo de Sebastián Verón. Entre sus primeros lectores estuvieron Elena Poniatowska, Andrés Neuman y Santiago Roncagliolo, miembros del jurado.
El sentimiento que tiene el autor español frente a sus primeros lectores es de agradecimiento. Confesó que los ha leído y que admira a todos. “Lo bonito de este premio -dijo- es que ellos no sabían quién era yo”. Al final de su intervención Loriga habló sobre el humor, un ingrediente que salpica a toda su literatura. Comentó que los ingleses, quienes saben mucho de humor, tienen una frase que traducida al español se leería: el humor es la palabra que si la mencionas la arruinas. Considera al sentido del humor esencial no solo para su literatura sino para su vida. “No se puede escribir sin sentido del humor”, agregó.