¿Es más peligrosa la radiación UVB que la UVA?
No. Ambas radiaciones son igual de nocivas, aunque los UVA pasen más desapercibidos. Hasta ahora, se había prestado más atención a los UVB por ser de una intensidad de 30 a 50 veces superior a los UVA y por ser los causantes, directos y visibles, de las quemaduras. Pero la radiación UVA, aun siendo menos intensa, se encuentra en mayor cantidad y de forma presente a lo largo de todo el día. La UVB nos alerta más fácilmente: sentimos más su calor, y sabemos que a mediodía es mucho más.
¿Qué tipo de radiación provoca el cáncer de piel?
Ambas. Tanto los UVA como los UVB pueden dañar el ADN. Pero dado que los UVB llegan más directamente al ADN, éstos están más implicados en un 65% de los casos en la aparición de cánceres cutáneos. Pero, ¡cuidado!, eso no quiere decir que los UVA sean inocuos: otro tercio de los casos están provocados por ellos, siendo los más peligrosos los UVA de onda corta. UVB, quemaduras y melanoma. Su radiación posee mayor energía y es muy dañina, pero es parcialmente absorbida por la capa de ozono y las nubes. Son los causantes de las quemaduras, pero, además, pueden provocar un aumento del grosor cutáneo y melanoma (cáncer de piel). UVA, peligro invisible. Es la responsable de la pigmentación inmediata de la piel (proceso de bronceado). Penetra menos profundamente en ella y puede provocar enrojecimiento, manchas y envejecimiento cutáneo. Estos mantienen la misma intensidad a lo largo del año, incluso en los días nublados, durante todas las horas del día. Y como no provocan quemadura, se piensa - equivocadamente - que no son peligrosos. ¡Un error! Aún estando bronceada, la piel sigue absorbiendo estos rayos que degradan el colágeno y la elastina y causan auténticos desastres entre los melanocitos. El resultado es una piel más cuarteada y áspera, con arrugas más profundas y una flacidez más marcada, a lo que se suma la aparición de manchas.
¿Y los UVC? Tal vez no has oído hablar de ellos, pero también existen. Eso sí, sus radiaciones son las más agresivas, pero afortunadamente no llegan a traspasar la capa de ozono porque la atmósfera las retiene.