Según parece, las declaraciones extremas del Partido Popular contra el Gobierno, al que considera responsable de presionar a los magistrados del Tribunal Constitucional a causa de la legalización de Bildu, están siendo aprovechadas por el PSOE para asustar a los electores con la posible llegada del PP al poder y pidiendo como consecuencia, como por otro lado les es usual, el voto útil a los votantes de izquierda.
No les oculto que esta hipócrita postura de los socialistas a mí me indigna porque muchos de nosotros estamos convencidos de que el único responsable de que llegue la derecha, esa tan extrema que lamententablemente representa un porcentaje elevadísimo del Partido Popular, es sin nungún género de dudas el Presidente Zapatero.
Quizás a muchos ciudadanos que en anteriores circunstancias les concedieron su confianza, les vuelva a convencer la cantinela socialista de que "viene el lobo", pero otros muchos, espero que sean muchísimos, ya no nos dejamos convencer.
Tenemos razones poderosas para ello:
En primer lugar, la gestión de la crisis con la implantación de políticas neoliberles durísimas, que en nada se diferencian de las medidas adoptadas por otros Gobiernos neoliberales europeos, me convence que, en este concreto sentido, sería más de lo mismo.
La ceguera y sordera del Gobieno Socialista para aplicar otras medidas económicas que pusieran el acento en los responsables auténticos de la crisis, medidas señaladas por numerosos expertos económicos de izquierdas, me confirma el craso error que sería el "voto útil".
En segundo lugar, su intolerable negativa a abordar la modificación de la ley electoral, a pesar del informe favorable del Consejo de Estado, ley que nos condena a vivir en un eterno ciclo PSOE-PP, me parece directamente indecente. Ley que vulnera claramente el principio de igualdad, en dos aspectos esenciales: la distribución de escaños entre circunscripciones y la atribución de escaños a las candidaturas.
El Gobierno socialista es absolutamente consciente de que la actual ley electoral es injusta, pero en estos últimos 8 años de gobernanza no le ha dado la gana resolverlo. Ahora, yo espero que en estas próximas elecciones y en aquellas plazas que necesite el apoyo de la izquierda, en su caso Izquierda Unida, venda cara su colaboración, exigiendo como medida inexcusable el cambio de la ley electoral.
En tercer lugar, la negativa del Gobierno socialista, a pesar de sus reiteradas promesas electorales, de pasar de un estado confesional a un estado laico, es claramente cobarde, por no utilizar algún otro adjetivo de mayor contundencia.
Que sigamos manteniendo a la Iglesia Católica con una "irreverente" cifra en torno a los 10.000 millones de euros anuales, de los presupuestos generales del estado, es directamente indecente.
Señalaría como cuarto motivo, aunque la lista puede ser mucho más amplia, la hipócrita actitud del gobierno ante la supuesta "guerra humanitaria" en Libia, incluyendo también en este punto las declaraciones del Gobierno ante el asesinato extrajudicial de Osama Bin Laden. Emulando a Gaspar Llamazares, le diría: "Señor Presidente, no le reconozco".
En este sentido, les aconsejo vean este interesante vídeo:
En definitiva, ya sólo por estas razones, entiendo que muchos ciudadanos de izquierda pensarán, pensaremos, muy mucho nuestro voto y de lo que estoy completamente segura es de que no usaremos la fórmula del "voto útil", tan dañina para la pluralidad democrática.