Razones para ser ateo I (El terrorismo espiritual)

Cada vez más, estamos acostumbrados a oír hablar de terrorismo. Se utiliza para unir a las personas contra un enemigo común. Es una estrategia usada con tino por los gobiernos -sobre todo, el de EE.UU. y, por extensión, el resto- para crear unidad en la población; para hacernos ver un objetivo hacia el que caminar todos juntos... Y digo que es una estrategia atinada, porque todo el mundo es muy sensible a este miedo; y todos queremos acabar con él. 
Terrorismo para aquí, terrorismo para allá. Y, donde no lo haya, nos los inventamos. 
Pero, ¿qué entendemos por terrorismo? Sin necesidad de acudir a diccionarios, diría que es el intento de someter, de crear obediencia, por medio del terror. De acuerdo. Pues, entonces, estaremos de acuerdo en que ha de existir más de un tipo de terrorismo. Muy cierto es esto. Y el tipo de terrorismo que aquí quiero definir es el peor, el más aterrador, el más innecesario.
Es el terrorismo espiritual. 

"Jardín de las Delicias", Bosco

Este tipo de terrorismo se distingue del de las organizaciones armadas, en que no limita su radio de acción al espacio de tiempo en el que estamos vivos; sino que añade también el resto de la eternidad. Ningún tipo de miedo puede ser más terrible para una persona espiritual, que la idea de la condenación eterna. 
Este miedo ha mantenido bien atados a los creyentes durante siglos; pero en algún momento, las personas han de darse cuenta de que el verdadero castigo no viene después de la muerte, sino que consiste en pasar la vida temiendo algo que, muy probablemente, no va a suceder. A ninguno de nosotros nos van a quemar en un vertedero de basuras para toda la eternidad. El Infierno eterno sólo existe como invento de unos interesados. 
Existen pequeños infiernos en la vida diaria, que hay que saber soportar y superar. Pero que nadie nos meta nunca más en la cabeza, que debemos temer lo que pase tras la muerte; que ya tenemos bastante con lo que pasa durante la vida, como para tener que preocuparnos por castigos abstractos en el más allá.
Así que, en vez de unirnos todos contra el enemigo que se le antoje al "Tío Sam", ¿por qué no unimos fuerzas contra este terrorismo, el peor de todos? ¡Unámonos contra el terrorismo espiritual! Artículos que pueden interesarte:-La Donación de Constantino: El engaño medieval del que la Iglesia sigue viviendo-Lista de papas de la Iglesia clasificados según sus pecados-La culpa inventada (va de manzanas y gente en pelotas) -¿Un ateo puede ser buena persona?