Fantasía a raudales.
"El mundo de Draenor está muerto y pasa por sus últimos días, la horda de orcos que vive allí decide buscar un nuevo lugar donde vivir y gracias a la magia, llega al pacífico mundo de Azeroth.Los habitantes de este nuevo mundo son en su mayoría humanos, aunque también hay enanos, elfos y otras razas. La llegada de los implacables orcos pone en pie de guerra a los humanos, que intentarán conocer las intenciones de sus nuevos enemigos y hacerles frente. Aunque no tardarán en descubrir que el motivo de la invasión y el origen de la maléfica magia que utilizan, está más cerca de Azeroth de lo que pensaban..."
Es imposible que Durotan te caiga mal.
Últimamente estamos asistiendo a un festival de películas basadas en videojuegos, y parece que la cosa va a seguir así una temporada. En esta ocasión, no he jugado a ningún Warcraft, pese a que tengo el tres, aún no le ha tocado instalarse en mi PC.
Al no conocer nada de su historia ni de sus personajes, he ido al cine sin ninguna expectativa, y creo sinceramente que así es como se debe ir a ver cualquier película (la realidad es que lograr esto es bastante complicado). A consecuencia de mi ignorancia, he disfrutado mucho de esta película, el mundo que envuelve esta historia es rico y profundo, la estructura social y el comportamiento de las diferentes razas me ha encantado. Técnicamente es un film sencillamente espectacular, los paisajes son inmensos pero plagados de detalles, aunque lo que más destaca es el modelado de los personajes "no reales". Hay varias razas que están generadas por efectos especiales (y otras como los elfos tienen algún pequeño añadido), pero la más vistosa es la de los orcos... aunque es normal ya que su carga en la trama es mucho mayor a la de las demás. Los animales, las ciudades, los efectos visuales cuando se usa magia, todo está a un gran nivel. Las escenas de acción son muy dinámicas, da gusto ver los combates, aunque se nota demasiado que los personajes principales están a un nivel por encima de cualquier otro combatiente.
Por otro lado, el guión está bien construido. En muy poco tiempo consigue que entiendas la situación por la que pasa cada pueblo, además muestra las motivaciones y la forma de ser de cada personaje de un forma bastante clara. A la historia le sobra chicha que contar y creo que ese es precisamente el mayor problema de esta película. Los acontecimientos se suceden de una forma natural, pero la relación entre los diferentes personajes va demasiado rápido, es decir, muchos de ellos se acaban de conocer pero pasan por un montón de estados emocionales en un periodo de tiempo ínfimo. Sus relacionas no evolucionan, simplemente pasan de una cosa a otra en un abrir y cerrar de ojos, y es algo que me ha chocado mucho. En el mundo del cine se han hecho trilogías de historias que no daban para tanto, pero creo que a Warcraft le habría venido bien darle algo más de tiempo a sus personajes.
En conclusión, una película bastante decente y una historia que quizá necesitaba algo más de desarrollo. Lo bueno es que tiene un final que puede dar pie a secuelas, lo malo es que no sé si las harán. :/
Los detalles de todo lo que se ve, son brutales *-*