En menos de cinco días arranca de lleno el rodaje de mi nueva película, RE-EMIGRANTES, en la bella ciudad cordobesa de Palma del Río. Ya hemos tirado algunos planos técnicos, pero lo gordo, viene ahora. Y lo cierto es que estoy contento y emocionado.
Rodar cine siempre es un acontecimiento importante en mi vida, hacerlo con gente extraordinaria como Gema G. Regal, Raúl Grillo, Sergio Hidalgo, Sergio Martínez, Eudocio Regal o Ángel Muñoz, es la guinda del pastel y con Andalucía y La Mancha como trasfondo, ya directamente se convierte en un sueño. Han sido meses intensos de trabajo, alegrías y, claro está, algún sinsabor, pero el espectáculo debe continuar y aquí me encuentro, cámara en ristre con la mirada fija ya en la luz cordobesa y mi cinematográfica familia de los Briones, a punto de abandonar de una vez el papel y la tinta para convertirse en personajes de carne, hueso y sentimientos. Fernando Esteso, estrella patria de nuestro cine, acompañado por Zack Molina, Victor Octavio, Álvaro Palomo y José Agustín, muy pronto comenzarán a respirar, a vivir y a disfrutar frente a las cámaras , los focos, los micrófonos, las grúas, los travelling y toda la parafernalia necesaria para que la magia surja.
Valentín Paredes, Marta Oliva, Joaquín Molina, Jesús Carrillo, Marlen Rubio, Joaquín Elena, Mihaela Durlihac, Cristobal Bajo, María Roldán, entre otros, completarán el puzzle de esta película pensada, desde el minuto cero, para hacer pasar al público un buen rato, para reírse y olvidar durante hora y media, sus propios problemas y divertirse con los de estos personajes, que para eso vamos al cine, ¿verdad? Y es que, como siempre digo, la comedia es el drama, visto desde la distancia, claro está. Contemplo en lontananza alguno de mis míseros dramas personales de adolescencia y me entran unas irresistibles ganas de “ahostiarme“, ¡pero amigo, para mí por aquellos entonces en los que un servidor gastaba bigote tipo frenazo de bicicleta y acné juvenil, lo mío era una tragedia griega!
Hoy, revisando el guión he descubierto lo inmensamente feliz que me hace el cine, lo terriblemente feliz que me siento detrás de una cámara; delante es para valientes, y me he puesto tan contento que me ha apetecido contarlo a los cuatro vientos. A pesar de algún disgusto, en contra de algún imbécil y para sinsabor de enemigos, en unos días daré el primer acción a mis RE-EMIGRANTES, y con ellos pondremos un nuevo ladrillo en esta extraña y endeble casa llamada cine español.
Un momento de la película.