Uno de los males de la sociedad de nuestro tiempo es la ausencia (real o forzada, por invisibilización) de referentes. El relativismo del todo vale y del sálvese quien pueda parecen dominarlo todo. José Luis Sampedro, fallecido a sus 96 años, ha dado testimonio de lo contrario,. Nada mejor que la descripción con sus propias palabras: hay dos tipos de economistas: los que trabajan hacer más ricos a los ricos y los que trabajamos para que los pobres sean menos pobres.
Al igual que recientemente ocurriese con Stéphane Hessel, hoy es tiempo de llorar una pérdida, pero también de alegrarse por un tiempo, por una vida, y no dejar su legado caer en el ovido:
Mi mensaje a los jóvenes es que ha llegado el momento de cambiar el rumbo de la nave. Aunque los líderes sigan en el puesto de mando y al timón, aunque desde allí sigan dando órdenes anacrónicas, los jóvenes puestos al remo pueden dirigir la nave. Sólo necesitan unirse y acodar que a una banda boguen hacia delante mientras en la otra cíen hacia atrás y el barco girará en redondo, poniendo proa hacia un desarrollo humano.
Del libro Reacciona