Realidades

¿Por qué nos empeñamos en hacer caso omiso a los consejos de los demás? Quizás por miedo a chocarnos con la realidad; sufrir al ver que todo aquello que estamos viviendo y que nos parece un sueño hecho realidad se esfume y se convierta en una pesadilla que no debería hacerse realidad. Hay un dicho que dice "Cuando el río suena, agua lleva". El problema es cuando suena demasiado ese río, lleva tanta agua que ha desbordado completamente el río y no tiene vuelta atrás teniendo consecuencias nefastas. Es como si te ven picando un muro y te dicen "¡Vas a romper el muro!" y les contestas "No estoy rompiendo el muro, estoy reparandolo" Y cuando el muro se ha caído te lamentas de haberlo roto.
La realidad desde fuera, se ve distinto, sólo los demás están capacitados para aconsejarnos sobre el cauce que está tomando nuestra vida. Nos obsesionamos con que están equivocados cuando nos dicen algo que no nos gusta o que no queremos ver. En ocasiones hasta negamos nuestra propia realidad y nuestros propios sentimientos.
Una persona puede estar equivocada, dos también pero con menos probabilidad. Casualmente la probabilidad de que los demás estén equivocados es proporcional a la cantidad de personas que coinciden en la misma opinión. Huir de la realidad desde luego que no es la mejor opción, y la que más daño puede hacer a las personas que te quieren. ¿Cómo diferenciar entonces cuando los demás no están equivocados? Seguramente no hay forma de diferenciar entre acierto y error, pero de lo que estoy seguro es que realmente   en esta sociedad el amor está hoy en día está infravalorado, se cambia de sentimientos igual que se cambia uno de ropa, hoy estoy loco/a de amor por una persona y quiero estar estar toda la vida con él o con ella y justo dos o tres días después esa persona es otra distinta y le decimos lo mismo que a nuestro anterior "amor". Ya lo dijo Francois de La Rochefoucauld "Con el verdadero amor ocurre como los fantasmas: todo el mundo habla de él, pero pocos lo han visto."