Por Gustavo Pardo
Cortesia masonería libertaria
Según el sistema masónico anglosajón dependiente de la Gran Logia Unida de Inglaterra, la Regularidad se encuentra íntimamente asociada a las reglas establecidas para el reconocimiento de nuevas Grandes Logias o logias regulares.
En pocas palabras, si no hay reconocimiento, no hay regularidad.
Ya sabemos que la definición jurídica de regularidad trae implícito el concepto de legitimidad. Considerando que los cubanos procedemos de un país en el cual el castrismo ha tergiversado el concepto real de lo que implica legitimidad; antes de seguir adelante es sumamente importante abordar este último aspecto.
Anteriormente he dejado en claro que no soy propenso a perderme en definiciones teórico-abstractas que por lo general no conducen más allá del derroche de de palabras y expresiones técnicas, muchas de las cuales resultan incompresibles para la mayoría. Por ello voy a abordar este aspecto desde la óptica más práctica posible.
¿Qué es legitimidad?
Aunque existen variadas definiciones del término, en nuestro caso, me inclino por aceptar "derecho para ejercer una labor o una función". En nuestro caso, este derecho se encuentra fundamentado en la "regularidad de origen". Aquí se complica la cuestión. ¿Qué se entiende por regularidad de origen? Existen dos versiones al respecto; una, lo proporciona la masonería regular dependiente de la Gran Logia Unidad de Inglaterra; la otra no lo ofrece la masonería regular llamada adogmática o liberal. Como vemos, existen dos definiciones de regularidad. ¿Cuál de ellas es la verdadera? Veamos.
Según el sitio web Definiciónabc[i] "Cuando se habla de legalidad se hace referencia a la presencia de un sistema de leyes que debe ser cumplido y que otorga la aprobación a determinadas acciones, actos o circunstancias (...)". Precisamente, este es nuestro caso. Tanto la masonería regular dependiente de la Gran Logia Unida de Inglaterra, como la masonería regular liberal; poseen "un sistema de leyes que debe ser cumplido (...)". Es decir, ambas vertientes de la masonería universal, cumplen con el requisito de sustentarse en un sistema de leyes aprobadas según los procedimientos jurídicos establecidos en cada una de ellas. De hecho, ambos se adaptan el concepto de regular. La elección de sumarse a uno o a otro tipo de regularidad, se encuentra determinado en el libre albedrio inherente a cada "hombre libre y de buenas costumbres".
Fundación
Los masones cubanos estamos adaptados a ver el concepto de regularidad, desde la óptica establecida por la Gran Logia Unida de Inglaterra, y seguida por la Gran Logia de Cuba. Dicha práctica ha sido traída al exilio por los primeros masones cubanos que por razones políticas se vieron obligados a abandonar la Isla. Las distintas asociaciones masónicas establecidas en el Exilio, han mantenido esta tradición por más de cincuenta años, manteniendo el sueño de un eventual reconocimiento de su condición de masones cubanos regulares. Por cuanto en artículos anteriores, he tratado mi punto de vista al respecto, y considerando que los sueños únicamente se hacen realidad actuando bien despiertos; únicamente me voy a referir a la solución adoptada por la Gran Logia Latinoamericana para que su regularidad sea reconocida por una de las grandes corrientes de la masonería universal.
Esta Obediencia Masónica ha confrontado las mismas dificultades que el resto de los masones cubanos exiliados en los Estados Unidos de América; es decir, ser considerados irregulares, independiente de su origen masónico regular. El ejecutivo de la Gran Logia Latinoamericana, presididos por su Gran Maestro Noel Valdés Rodríguez; adoptaron una decisión, que por lo trascendental de la misma, constituye un hecho que marcara la historia de la masonería exiliada cubana en los Estados Unidos de América: obtener su reconocimiento masónico universal.
¿Cómo lo lograron?
Simplemente, siguiendo las enseñanzas doctrinales masónicas que establece el dar pasos "firmes y bien calculados". En otras palabras, decidieron que si la montaña no venía a ellos, ellos iban a la montaña. ¿Resultado? Obtuvieron el reconocimiento de su regularidad masónica, con lo cual, han logrado el acceso a miles de cuerpos masónicos ubicados alrededor del mundo.
Para viabilizar su inserción en el concierto de las logias regulares adogmática, la Gran Logia Latinoamericana ha decidido cambiar su patronímico al de Gran Logia Regular de la Florida.