Rebajas fiscales a título póstumo

No siempre llegan buenas noticias a los hogares españoles y mucho menos en estos tiempos de crisis que tanto está afectando a las familias valencianas. El Vicepresidente Gerardo Camps debió pensar que era el momento de explicarle a los valencianos sus logros en política fiscal y ha ordenado repartir cientos de miles de cartas con folleto a todo color (bilingue, por supuesto, no vamos a regatear en algo tan importante como la lengua valensiana), con su etiqueta personalizada. Si no lo ha recibido usted no se preocupe, ya llegará.

Gloria Calero la define como carta indignante enviada por personajes indignos:  Falacias, omisiones, falsos dilemas, demonización, discursos fuera de contexto, estrategias de despiste, manipulación del lenguaje. El panfleto tributario de la Generalitat, se suma a otra actitud perversa como la de Esperanza Aguirre, aun tengo en la memoria la imagen de señoras muy señoreadas, enfundadas en caras vestimentas y luciendo brillantes joyas, sentadas en “mesas petitorias” recogiendo firmas para la “rebelión” contra el IVA, es un fresco, una pintura, una foto de la insolidaridad militante". Y no es para menos, porque en 2007, también en periodo preelectoral, ya se gastaron 211.529 euros en una remesa similar de cartas.
El mensaje parece inspirado en aquella ya legendaria frase acudada por nuestra Alcaldesa: "Sin costarle un duro a los ibenses" (más familia, más vivenda y más empresas, con menos impuestos). Eso es lo que se deduce del texto de la misiva sobre "beneficios fiscales" en la Comunidad Valenciana. De esa forma, nos vienen a informar de que "todos pagamos menos impuestos" ¡qué alegría! Lástima que sea a costa de ser una de las comunidades autónomas con mayor endeudamiento per cápita. Dentro de poco esos de Standard & Poor's nos van a rebajar la clasificación: ahora está en AA- con perspectiva negativa según la web del Instituto Valenciano de Finanzas (es decir, con peor clasificación que la deuda pública española de la que ayer se habló tanto).
El Vicepresidente, que no habrá pagado de su bolsillo este mailing, ha mandado la carta a mis abuelos maternos, Valeriano y Teresa, lo cuales se hubieran llevado una gran alegría si no fuera porque llevan 20 años en el cementerio municipal. Allí en el camposanto, ya se sabe, la cuestión fiscal es secundaria.
Y es que desde que el caso Gürtel amenaza al Bigotes con la cárcel, la Generalitat ya no encuentra empresas serias a las que encargar las cosas. Esa estúpida exigencia de sacar los contratos a concurso público lleva a que se cometan este tipo de errores. Digo yo que alguna Consellería, de esas que tienen a miles de funcionarios en nómina, podría encargarse de mantener actualizado un censo. Aunque bien pensado, la cosa tiene su parte positiva: a lo mejor podemos reclamar las indemnizaciones que el Estado paga a los que estuvieron detenidos en campos de concentración tras la Guerra Civil (mi abuelo, combatiente en el bando republicano, murió antes de que se aprobasen).
Desde aquí sugiero a la señora diputada autonómica Mayte Parra que exija, en nombre de todos los ciudadanos a los que se supone que representa,  responsabilidades a alguien, y que el coste de todas las cartas que se han remitido a personas fallecidas sea reembolsado a las arcas de la Generalitat.

A mi abuelo, que trabajó en la colocación de la cubierta del Colegio Cervantes allá por los años de su construcción, le habría encantado ver la magnífica exposición que se ha montado con motivo de la celebración de los 75 años de funcionamiento del mencionado Colegio. Se podrá visitar hoy viernes 30 de abril, en horario de 17 a 19 horas, y mañana sábado 1 de mayo, de 10 a 13,30 horas. Una gran cantidad de cuadernos, libros, manualidades y recuerdos de la época, magníficamente expuestos, harán las delicias de niños y mayores, os lo aseguro.