Pues empezamos ya Enero, aunque estemos a día 9, y vuelve todo a casa después de Navidad: vuelve la rutina, los colegios, las prisas, los ajetreos… y dejamos atrás los otros ajetreos: que si el asado no está listo, que quien compra las uvas, que falta el regalo de la prima de la tía de la abuela del cuñado del suegro del portero…. En resumen todos esos líos navideños tan típicos y tan tópicos.Pero si algo nos trae también esta época del año, acompañando a la cuesta de Enero, son las famosas rebajas. Ese invento de los centros comerciales con el cual tratan de sacarnos el poco jugo que nos quede en efectivo después de gastar y gastar durante las fiestas. Tiempo en que con la promesa de precios bajos y casi regalados tratan de que volvamos a gastar.
Lo bueno de todo es que si es cierto. Hay muchos productos que pueden resultarnos interesantes y especialmente a quienes como nosotras tenemos que ocuparnos de vestir a nuestros pequeños. Porque precisamente en la compra anticipada de la ropa es donde podemos ahorrarnos más dinero. El planteamiento es el siguiente: los peques, como es lógico, van a ir creciendo. Buena parte de la ropa que se liquida y vende ahora o bien es para la temporada de verano, o bien son restos de la presente temporada. Entonces si nos adelantamos a comprar la ropa del invierno que viene hoy mismo podemos ahorrarnos un buen dinero. Solo es necesario tener un poco de previsión de la ropa que le va a hacer falta al peque y sobre todo de estimar, más o menos, cual va a ser la talla que necesite. Algo que tampoco es difícil si tenemos en cuenta que las tallas de ropa infantil, y especialmente de bebe, suelen dar un margen holgado para las diferentes edades, y más aun sabiendo que si nos pasamos de largo siempre vamos a poder resolver el problema con algún pequeño arreglo. Por eso justamente es muy recomendable comprar la ropa, ante la duda de talla, tirar siempre de talla más grande frente a la pequeña.Otro consejo práctico, ya en líneas generales, a la hora de afrontar las rebajas es llevar las cuentas claras y marcarnos un presupuesto o límite. Si, es cierto que todo entra muy bien por los ojos y a veces nos gustaría llevarnos todo lo que vemos. Pero por desgracia el dinero da para lo que da. Así que lo mejor es optar por marcarnos un límite de gasto y dentro de ese límite priorizar cuales son las cosas que queremos comprar, o que son más necesarias. Y si al final nos da para algún antojo o algún caprichito pues mejor que mejor.Uno más. La temporada de rebajas, en casi toda España, va desde principios de enero hasta finales de febrero o de marzo, dependiendo de la comunidad. Esto quiere decir que no hace falta irse el primer día a pelearse con las dos mujeres aquellas que siempre entraban juntas en las rebajas del Corte Ingles. De hecho en los primeros días, pese a lo que dice el mito, ya no se suelen encontrar muchas gangas justamente porque todo el mundo va los primeros días buscándolas así que no es necesario tanto correr. Lo que si resulta interesante es dar un par de pasadas cada cierto tiempo por si fueran saliendo cosas nuevas. Y especialmente al final del periodo de rebajas, ya que muchos productos que en su momento no han tenido salida bajan un poco más de precio e incluso en ciertas tiendas, se encadenan con otras ofertas.Por cierto, estamos hablando de precios y hay que tener presente que muchas de las ofertas que vemos en estos días son más falsas que un euro de madera. Es muy fácil vender un pantalón que antes valía 25, dejándolo ahora a 20 y diciendo que antes valía 40. El comercio dice que le descuenta un 50% pero el descuento real no pasa de un 20%. Así que precaución con dejarse llevar por las cifras y por los números. Y otra cuestión importante: los productos de rebajas deben estar siempre en buen estado. Nada de productos rotos, deteriorados o defectuosos, salvo que se anuncien como tales y lógicamente cuesten mucho menos.Así que a quienes aun os quede algún euro vivo después de las fiestas y queráis ahorrar un poco para vestir a los pequeñines ya tenéis el "truco". Todo sea por acortar un poco el mes por tal de que nos llegue el sueldo.