Revista Cine
Un artículo de Juan Pais
Es razonable establecer una identidad entre western y thriller, siendo en ocasiones su única distinción la cronológica. Películas contemporáneas como No Es País Para Viejos (No Country for Old Men, 2007) o Comanchería (Hell or High Water, 2016) pueden ser consideradas westerns. También Rebel Ridge. No solo recibe el legado de arquetipos y elementos distintivos del género, también hereda su espíritu.
A Rebel Ridge se la compara con Rambo y Jack Reacher, pero hay referentes aún más ajustados. Conspiración de Silencio (Bad Day at Black Rock, 1955) es una película que puede citarse. Con dirección de John Sturges y protagonizada por Spencer Tracy, narra la fugaz visita de un veterano de guerra a un perdido pueblo donde es recibido con recelo a causa de su vínculo con un vecino desaparecido en unas circunstancias extrañas y comprometedoras para los lugareños.
Terry Richmond también está de paso por Shelby Springs, Luisiana. Allí pretende pagar la fianza de un primo suyo detenido por posesión de marihuana. Sin embargo, la policía incauta el dinero antes del pago, y Richmond se ve obligado a luchar por recuperarlo y liberar a su pariente. En su enfrentamiento progresivamente violento, se evidenciarán las miserias del lugar.
Partiendo de su propio guion, muy bien estructurado y abundante en soluciones ingeniosas, Jeremy Saulnier ofrece un recio thriller/western en el que constata su dominio de la narración, con un diestro manejo de una tensión que se sostiene a lo largo de toda la película. La representación de los paisajes de Luisiana rural, agrestes, casi selváticos, contribuye a definir un adecuado ambiente opresivo. En este aspecto, cabe destacarse la fotografía de David Gallego.
Terry Richmond desborda a las fuerzas del orden de Shelby Springs. Es un ex marine entrenado en artes marciales y se desenvuelve con pericia. Es posible que haya quien considere que se desenvuelve con demasiada pericia, como un superhéroe invencible, pero quienes recuerden a un Spencer Tracy manco dándole una paliza a Ernest Borgnine en Conspiración de Silencio no estarán de acuerdo.
Pero es la fuerza moral el principal activo de Richmond. A la intención inicial de ayudar a su primo y llevarle por el buen camino, se le suma su determinación por combatir la injusticia de la que es objeto. La rectitud de Richmond terminará por inspirar a otros personajes atrapados en la corrupción sistémica instaurada por el sheriff y sus hombres.
Aaron Pierre interpreta a Richmond, imprimiéndole carisma, con una interpretación contenida acorde con la calma tirante de la acción. El resto del reparto está muy ajustado. A Summer, la estudiante de derecho que presta ayuda a Richmond, la encarna AnnaSophia Robb, que aporta luminosidad y pureza a un ámbito viciado cuyo rostro más prominente es el del sheriff Burnne. Don Johnson da vida a Burnne, y lleva a cabo un muy notable trabajo, subrayando la remarcable madurez de la antaño estrella televisiva.
Con Rebel Ridge Jeremy Saulnier confirma un talento que lleva agradando a los cinéfilos desde que en 2013 sorprendiera con Blue Ruin, película que en buena medida anticipa Rebel Ridge. En aquel contundente y árido thriller, un hombre destruido tras el asesinato de sus padres asocia su reinicio vital con la venganza del violento clan que mató a sus progenitores. La ambientación rural, la precisión y el laconismo de la narración y la tensión entre un personaje íntegro pero alienado y enfrentado a una caterva poderosa y hostil son características comunes de ambas películas, al igual que la limpidez moral.
Rebel Ridge tiene un componente sociopolítico evidente, abordando temas como el racismo y el abuso policial, que han emponzoñado la convivencia en USA en los últimos años. Por fortuna, Rebel Ridge es optimista: cree en las personas y en su resolución de seguir un camino recto.