Roberto Diz durante la presentación e su primera colección de novia prêt-à-porter
¿Cuáles fueron los orígenes de Roberto Diz en el mundo de la moda? Si mal no recuerdo, mi primera colección la realicé con seis años de edad. Mi abuela era modista en Galicia, yo soy gallego, y en vez de salir a jugar como hacían el resto de los niños, me metía en el taller y con un trapo, las revistas y los figurines. Era un niño diferente para aquellos tiempos y en una familia conservadora del sur de Galicia. No era normal que un niño se interesara por la moda.
Mi primer recuerdo es con seis años cuando vi en la portada de una revista a Carolina de Mónaco con un vestido de Dior y aquello me impactó. Y desde entonces, comencé a dibujar colecciones y no he parado. Cada temporada me hacía mis colecciones, mis dibujos, buscaba mi logotipo. Me ha interesado la moda prácticamente desde que tengo uso de razón.
¿Cómo un gallego funda su propia firma de moda en Jerez? Por diferentes motivos, mi familia se tuvo que trasladar a Jerez de la Frontera. Primero me fui a estudiar a Inglaterra, luego estuve 9 años viviendo en Madrid y decidí irme a Milán, pero antes me tomé un mes sabático para irme a casa de mi madre a relajarme. En ese momento, surgió la posibilidad de unos amigos que tenían mucha fe en mí y creían mucho en mí en aportar un capital para crear una sociedad.
Por razones económicas era fácil empezar y alquilar un local en Jerez. También me di cuenta que había una gran alta sociedad allí, lo cual sigue ocurriendo, Andalucía, que es donde vivo, es un reducto de gente que se sigue vistiendo mucho para ocasiones especiales, creo que es el único sitio que queda en España donde la gente compra pamelas importantes, donde para una boda se arreglan muchísimo. Y encontré el lugar donde empezar.
Novias Roberto Diz - Foto: www.vogue.es
Una vez que me di cuenta cómo funcionaba el negocio de verdad, di un poco marcha atrás y empecé a trabajar desde la base y me retiré un poco, dejé de querer inflar mi ego y llenar más mi nevera. Empecé a hacer un trabajo que creo que hoy en día es muy personal precisamente por lo poco contaminado que he estado y por ser un poco independiente.
¿Cuál es la clave del éxito en el sector de la Alta Costura? Mi éxito básicamente en Andalucía yo creo que está en ofrecer un producto que tiene la calidad de la antigua costura pero con una visión nueva. Es la mezcla de mi rebeldía, con la calidad y la costura clásica. Porque al final mi trabajo viene de patrones clásicos traídos al presente. No hay nada más moderno que lo más clásico. Ese es el secreto.
No me gusta llamarlo Alta Costura porque es una denominación francesa y yo hago ropa a medida, costura a medida. Llamarlo Alta Costura sería muy pretencioso por mi parte porque no tengo un taller con cien costureras que son manos de oro. Yo hago ropa a medida, intento aprender de las grandes casas en cuanto a técnicas. Estuve trabajando con Elio Berhanyer dirigiendo su casa, donde aprendí muchísimo de cómo debe de ser construida una prenda, de que al final las prendas son para ponérselas.
Un diseñador no es necesariamente un artista y la moda no es arte. El arte es la expresión de un artista y la moda tiene que ser útil, llevable, y el diseño implica que tiene que mejorar la calidad de vida del individuo. Una chaqueta por muy artística que sea, si no te la puedes poner ni es diseño ni es chaqueta.
Novias Roberto Diz - Foto: www.vogue.es
¿Cómo empezaste tu trayectoria profesional en el mundo nupcial? Nunca me ha gustado hacer novias y creo que ese es el secreto en el fondo. Porque mis novias no parecen llevar vestidos de novia, dada la calidad y lo que aprendí en Elio, y como me gusta cortar las cosas, al final el producto acaba de ser un producto muy bien elaborado y con una entidad propia. Pero vienen de la ropa de calle, no hago más que llevar una prenda a novia. Yo digo que una novia debe de levantarse, lavarse la cabeza e irse a casar, no es más que eso. Hemos adaptado la ropa de calle para un día especial, no me gusta que vayan disfrazadas, ya que no es el día de probar nada.
Cuando tengo la primera reunión con las novias les digo que quiero ver el día de su boda lo mismo que veo en ese momento, no me importa el escote que quieres, me importa como llevas el pelo, como hablas, me importa más eso porque no funciona así.
Empecé la ropa de novia en Andalucía porque era lo que podía hacer. Aunque no me guste, reconozco que es un trabajo muy lucido. Es verdad que tiene mucha costura lineal y es más complicado que hacer un sastre.
Novias Roberto Diz - Foto: www.yavienelanovia.es
¿Cuál es tu método de creación a la hora de diseñar y crear un vestido de novia? Ser más psicólogo que modisto en este caso, y mirar a los ojos y ver por dónde respira. Es una cuestión de conocer a quien tienes delante, encajar e ir viendo. Hablo con ellas pero no sigo las pautas normales. Siempre hago las preguntas básicas: dónde y cuándo te casas.
Me interesa más lo que no les gusta que lo que les gusta. Porque además hoy en día con tanta información en los blogs las novias llegan a mi casa muy saturadas. Quieren llevarlo todo. Les digo que se olviden de todo hasta que les enseñe los bocetos, que no vean nada y no se intoxiquen.
Novias Roberto Diz - Foto: lolabodas.com
Tienen que venir con una mente abierta porque entiendo que mis vestidos de novia al principio no son lo que la gente espera de un traje de novia. Pero luego, si me dejan trabajar, creo que lo importante es que cuando acabe la boda la gente no diga lo bonito que era el vestido de novia sino lo guapa que iba. Un buen vestido es un vestido que es invisible. Decía Dior que un vestido bien cortado es un vestido poco cortado. Un vestido que encaje, que no tengan que estar colocándoselo, que no necesite a nadie para ponértelo, y siempre digo lo mismo: espero que acabe tirado en el suelo de un hotel, roto y la novia a carcajadas en una cama. Para eso hago yo los vestidos de novia, para que cuando llegue el novio lo que quiera sea quitártelo. Eso es un gran vestido.
¿En qué se inspira Roberto Diz cuando realiza sus vestidos de novia? En lo mismo que me inspiro para todo, me inspiro en lo feo, en lo bonito, en lo malo y en lo bueno. Estoy pendiente de todo, a mí me interesa más lo enfermo que lo sano, no creo en la belleza matemática. Creo que la gente elegante e interesante es la gente que no es perfecta. La perfección creo que no existe, es verdad que existe la belleza matemática. Lo primero que pienso es eres una persona real, no eres perfecta.
También me influye el momento que esté viviendo y lo que tengo alrededor, la música, que mi madre esté enferma o que yo tenga un dolor en la pierna, no me cierro a ningún campo de inspiración. No me gusta ver las tendencias y no estoy pendiente. Luchamos porque mi ropa se identifique, lo que quiero es que la gente vea un vestido mío y sepa que es mío.
Novias Roberto Diz - Foto: lasbodasdetatin.com
¿Cómo es la mujer que decide vestir un traje de novia de Roberto Diz? Es una mujer que no se quiere parecer a otras, es más, no se quiere parecer a nadie, quiere ser ella misma. Desde luego es inteligente, ya que creo que las mujeres sois muy inteligentes, y culta. La mujer que lleva mi ropa es una mujer que quiere porque la hace distinta, la desuniforma. Es una mujer que no quiere llevar lo que lleva la otra. Son humanas, no me interesa la gente perfecta. Las mujeres que me gusta vestir son mujeres inteligentes, sobre todo, es donde para mí radica la diferencia. La gente inteligente hace ver a los demás lo que quieren que vean de ellas mismas.
¿Qué consejo le darías a una mujer que decide casarse sobre su vestido de novia? Que sea ella misma y que no se disfrace. Que piensen que no es el día de los invitados. Y a las novias que me vienen a visitar les digo que mis vestidos no pueden gustar a todo el mundo. Eso se lo dejo siempre muy claro cuando les presento los bocetos, y les digo que espero que haya mucha gente a la que no le guste, si le gusta a todo el mundo el vestido no es bueno.