- Veo que sigues rindiéndole culto a una advenediza - dijo la rubia con tono un tanto alterado
- ¿Qué dices? Parece que estás celosa
- Para sentir celos hay que estar enamorada de alguien y yo no lo estoy de ti, Sapito
- Si es así no veo a qué tanto reclamo de tu parte, además ella SI es una dama, la gente la adora
- La tal Escualor no es más que una cualquiera, una mujerzuela sin nombre real; sin embargo, te veo postrado ante los deseos de esa mujer, se ve que te domina con un dedo
- Sí, sí. Estás celosa y no quieres admitirlo, a ver dime ¿de dónde sacas todos esos disparates?
- Ya me di cuenta que la hiciste portada de tu blog
- Lo que dices es injusto, tú también has sido muchas veces la portada del blog.
- ¿Injusto? JA. Mira quien habla. A esa mujer siempre la pones bella y con ropa elegante, en cambio, a mí me retratas con rostro de muerta o como un espectro horrendo. Además yo soy mucho más bonita y tengo más clase.
- Es cierto, ambas son muy bellas, pero todo el mundo sabe que eres mi favorita
- Eres un descarado. A esa ya casi le escribiste un libro y estás por hacerle otro más, y a mí ni un poema corto me dedicas
- No del todo cierto, querida, apenas termine el libro de ella, sabes que terminaré el tuyo también
- Permíteme que lo dude, si ya hace rato que no escribes, la pereza te gana
- Vuelves a ser injusta conmigo, lo que ocurrió es que gaste bastante energía escribiendo los últimos capítulos, ¡quede extenuado!, pero prometo que voy a darle fin a las historias que llevo para así dedicarme tiempo completo a ti
- ¿Qué te falta para finalizar lo de La Escualor, qué vendrá ahora?
- Sí, tengo pensado varias cosas entretenidas, quizás me tome un par de años desarrollarlas y así ya me dedicaría todo lo que me quede de vida a hacerte bellas composiciones
- No es suficiente para mí, saca a esa mujer de tu vida, en un par de fines de semana, si te lo propusieras podrías escribir lo que te falta.
- Bueno, escribir no es como soplar y hacer botellas. Voy a paso lento, pero quizás tengas razón, me ha faltado más ganas de continuar. Sin embargo, heme aquí, te hice un retrato en donde te ves bonita, míralo aquí en mi teléfono.
- Está bien, puedes publicarlo.