Según algunas corrientes terapéuticas del siglo XX el trauma del nacimiento tiene huellas duraderas sobre la psiquis del ser humano. Uno de los abordajes más revolucionarios sostiene que una de las maneras más efectivas de corregir los eventuales problemas que pueda haber generado una vivencia de nacimiento traumático es volver a nacer (en forma literal). El método de Rebirthing lleva a los interesados en esta práctica a revivir el importantísimo momento de su nacimiento con la ayuda de una serie de técnicas respiratorias que nos van predisponiendo de manera psíquica y emocional para transitar este momento clave en la historia de todo ser humano sin tensiones agregadas.
En el nacimiento se producen una serie de experiencias psíquicas que en ese momento tuvieron plena consciencia (a pesar de que no sean recordadas) y con marcados efectos a largo plazo para la persona. Según las experiencias que haya tenido el bebé en el útero y en los primeros momentos fuera del vientre materno, así será su vida en los años ulteriores (y hasta el resto de sus días). La posibilidad de volver a reeditar esta serie de vivencias permite modificar patrones de conducta negativos que la persona desee modificar (por ejemplo, la manera de relacionarse con los otros, la forma de asumir los compromisos laborales, profesionales, familiares, etc.)
Los efectos positivos que se consiguen con una terapia de Rebirthing quedan para el resto de la vida de cada persona que se someta a este tipo de sesiones y puede tener efectos beneficiosos sobre las más diversas esferas de la vida personal. Si bien la modalidad clásica de Rebirthing es por medio de técnicas respiratorias “en seco” otra forma de Rebirthing (para quienes hayan transitado previamente por una modalidad normal) es en medios acuáticos (reviviendo otros recuerdos inconscientes que se activan por la similitud con el medio uterino previo al nacimiento).