No es que sea yo muy forofa de esta fiesta pero la gastronomía popular hay que cuidarla ;) Podría haber disfrazado a Amy de algo mono pero creo que esto le iba a gustar más. Espero que probéis la receta y me mandéis alguna foto!!
Receta de frixuelos caninos de Paula y Amy (adaptación de receta humana de libro antiquísimo de mi madre)
Ingredientes
- 500g de harina de centeno (también podéis hacerlos de avena)
- Ralladura de un limón o limón y medio (a mi el limón me encanta y a Amy también así que mejor que abunde)
- Piel de limón para desahumar aceite
- 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra (a poder ser de primera presión en frío)
- 500mL de agua
- Una cucharada de miel
- 6 huevos batidos
Ingredientes que NO debemos usar:
- Harina de trigo o maíz. Es mucho más indigesta para los perros
- Leche. La mayoría de los perros son intolerantes a la lactosa y si se la das podrás causarle malestar, dolor de estómago y diarrea.
- Azúcar. Es mucho mejor usar miel que no es exactamente un azúcar (se denomina azúcar invertido y tiene otras propiedades químicas distintas). El azúcar puede ser muy perjudicial y cuanto menos se lo demos mejor (y más si es blanco que está refinado y tiene un montooón de químicos)
Procedimiento
Pesamos la harina y la echamos en un bol. Rallamos el limón y lo añadimos a ella. Acto seguido hacemos un hueco en el centro y vamos incorporando el agua y batiendo con unas varillas de forma que la harina de la periferia vaya cayendo al centro y mezclándose con el agua poco a poco para que no queden grumos.
Ponemos las 6 cucharadas de aceite en una sartén con un poco de piel de limón al fuego. Lo dejaremos un rato para que el aceite se perfume. Batimos los huevos en un recipiente aparte y los incorporamos al bol con la harina, el agua y el limón. Ahora es el turno de la miel. Podéis añadirla a los huevos antes de pasarlos al bol para tener más “maniobra de actuación” y poder integrarla mejor. La miel disuelve mal así que revolved con salero ;)
Añadimos por último el aceite (dejad que temple primero). Removemos todo bien et voilà… Ya solo queda freir.
Esocoged una sartén antiadherente, añadir una pizca de aceite y con una garcilla echad un poquito de la masa en ella. Coged la sartén por el mango, movedla para que la masa se distribuya y dejarla un minuto hasta que cuaje por esa cara.
Necesitáis un recipiente con hielo para meter ahí las manos y que enfríen bien, es como una anestesia natural. De esa forma podréis coger el frixuelo de la sartén y darle la vuelta con la mano. Yo he probado muchas formas: con espátula, con un plato tipo “darle la vuelta a la tortilla”…. Nada funciona tan bien como hacerlo a mano.
No os desesperéis, si se os rompen hacedlos más gruesos. Si veis que la masa está muy espesa añadir agua y si notáis que está muy líquida un pelín de harina y huevo. Si habéis hecho más veces creps o frixuelos y les tenéis pillados el punto, estos no se os resistirán.
Y por último podéis espolvorear encima polvo de algarroba. Ya solo queda que vuestros peques los prueben. A Amy le encantaron, tanto fue así, que solo pude sacar una foto de ella con los frixuelos antes de que se volviera loca!!
Espero que disfrutéis haciéndolos y que os haya gustado la receta :)
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