El pote gallego es el reflejo del carácter de los gallegos, sencillo y práctico, pues sus ingredientes son básicos de la tierra, reflejo de lo que fue este plato, un plato de orígenes humildes que hacían en sus casas los campesinos con pocos recursos. Este plato se elabora tradicionalmente con una olla de barro, aunque también se puede hacer en ollas de hierro, pero el sabor no será el mismo.
Ingredientes para la elaboración del pote gallego
- 250 g de judías blancas
- 150 g de lacón
- 2 huesos de rodilla de ternera
- 0,5 kg de morcillo
- 2 chorizos ahumados
- 4 patatas gallegas
- 0,5 kg de grelos, berzas o repollo
- 250 g de unto curado (amarillo)
- 3 litros de agua
- Sal
Preparación del Pote Gallego
Colocar en agua fría 48 horas antes el lacón si es salado, y la noche anterior cambiar el agua. En este momento, poner las judías blancas (pequeñas, no judiones) y carnes saladas también en remojo
Llenar una olla de barro con 3 litros de agua, sal, la carne, el chorizo y el lacón ya desalado, los huesos de ternera y el unto. Cocinarlo a fuego medio durante una hora, pues el pote gallego es un plato que exige paciencia y tiempo.
Mientras la olla está hirviendo, en una cazuela aparte, colocar las judías cubiertas por agua y se dejan que lleguen a ebullición. Añadir agua para que enfríe de golpe, repitiendo este proceso un par de veces. Dejarlas que se cuezan durante 30 minutos más, y al pasar ese tiempo, escurrirlas y añadirlas al resto de los ingredientes de la olla.
Pelar y cortar las patatas en láminas finas o más gruesas, dependiendo si se quiere que esta se deshaga en el caldo y aporte más cuerpo. Dejar que haga chup chup durante dos horas más.
Después, hay que limpiar y cortar los grelos, dejando sólo las hojas, que se añaden a la olla y se dejan 30 minutos más.
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