Receta saludable: Tarta de Calabaza

El otoño no solo trae consigo el fresquito y la caída de las hojas, también nos regala unos ingredientes que a mí me apasionan: los caquis, las castañas y… ¡Las calabazas! De hecho, es muy frecuente encontrar estos ingredientes en los mercados o en las preparaciones de pastelerías y restaurantes. ¿Y sabes por qué? Porque no solo son deliciosos, también son saludables y muy nutritivos.

Tras el día de Halloween, en Estados Unidos se preparan para celebrar el Día de Acción de Gracias (el Thanksgiving day se celebra el cuarto jueves de cada mes de noviembre) y con él llegan los Pumpkin Pie o tartas de calabaza. La verdad es que están riquísimas y que no hace falta irnos tan lejos para encontrar buenos postres y tartas hechos con calabaza pero… ¿Quieres que te explique algo? Todas ellas están cargadas de azúcares refinados, grasas saturadas (leche, nata, mantequilla y hasta queso) y no son la mejor opción si intentamos llevar un estilo de vida más saludable. Es cierto que un día podemos tomar una porción de tarta y que no nos va a pasar nada, el problema es no saber decir que no, abusar de las raciones, no saber compensar los excesos… Por ello, te traigo 2 versiones más saludables, con harinas integrales y sabores tradicionales sin azúcar para que puedas disfrutar con mayor tranquilidad de una merienda o postre saludable durante el otoño.

Con este tiempo tan fresquito… ¿A que apetece más meterse en la cocina? Pues aquí te dejo con dos recetas muy distintas pero, a la vez, resultonas:

Bizcocho especiado de calabaza y castañas con relleno de mermelada de caquis a la vainilla y topping de cacao

Para el bizcocho

• 400 gramos de harina integral
• 4 cucharadas soperas de melaza o miel
• 250 ml de bebida vegetal (yo he usado leche de avena, con la de soja también queda muy bien)
• 250 ml de aceite de girasol
• 500 ml de puré de calabaza (te explico cómo hacerlo)
• 4 huevos camperos (al final te digo cómo adaptarlo a una receta vegana)
• 1 sobre de levadura
• 1 naranja
• 1/4 cucharadita de postre de jengibre en polvo
• 1/4 cucharadita de postre de nuez moscada en polvo
• 1 cucharadita de postre de canela en polvo
• Cardamomo (una vainita, para el puré)
• Castañas asadas y peladas
• Cacao puro en polvo sin azúcar
• 1 taza de mermelada casera de caquis (te explico cómo hacerla)

1. Ralla la piel de la naranja después de haberla lavado y secado bien, incorpórala a las yemas que habrás separado de las claras previamente.
2. Añade la melaza o miel a las yemas y bate bien hasta que quede una mezcla homogénea, momento en el que agregarás también la bebida vegetal y el aceite de girasol para volver a batir bien (en este paso es muy importante integrar bien el aceite, si parece que esté separado de la mezcla luego corremos el riesgo de que el bizcocho quede aceitoso).
3. Añade a la mezcla anterior el puré de calabaza que habrás hecho con anterioridad. Para el mismo tan solo necesitas entre 500 y 700 gramos de calabaza fresca cortada en cubos, 1 vaso de agua, canela en rama y cardamomo (añade todo a una cazuela y deja cocinar a fuego medio durante 30 minutos hasta que la calabaza quede tierna, momento en el que tendrás que quitar las especias, agregar melaza o miel al gusto y dejar enfriar).
4. Mezcla la harina con la levadura y tamízalas sobre la mezcla anterior (añade el grano entero que te queda resultante en el colador, no queremos quitarle la fibra a la harina, tan solo airearla para que el bizcocho quede más esponjoso), remueve todo bien hasta conseguir una mezcla homogénea y sin grumos. Prueba la mezcla: ¿está suficientemente dulce para ti? Si la respuesta es sí, sigue adelante; si es no, añade más melaza, miel, edulcorante o azúcar integral de caña (¡que no azúcar moreno, cuidado!).
5. Corta las castañas asadas en trocitos pequeños y agrega un buen puñado a la mezcla, remueve para integrarlas bien.
6. Monta las claras al punto de nieve e incorpóralas a la mezcla anterior sin batir, realizando movimientos envolventes con una espátula.
7. Vierte la mezcla en un molde antiadherente y hornea durante unos 30 minutos a 160-170ºC o hasta que puedas pinchar el bizcocho con un palillo y este salga limpio.
8. Deja enfriar el bizcocho sobre una rejilla hasta que esté completamente frío y verás como se ha despegado de las paredes del molde (yo lo uso de aro, de los que se abren) sin necesidad de haberlo engrasado o enharinado previamente.
9. Abre el bizcocho por la mitad, rellena con una cantidad generosa de mermelada y espolvorea con cacao puro en polvo sin azúcar.
10. Decora con castañas asadas enteras y algún chorrito de la melaza o miel que has utilizado en la preparación.

Para la mermelada

• 2 caquis
• 2 cucharadas soperas de agua
• 1 vaina de vainilla
• Ralladura de naranja
• Melaza o miel (opcional)

1. Elige caquis bien maduros, pélalos y córtalos a cuadritos dentro de un cazo en el que también añadirás 2 cucharadas soperas de agua, 1 vaina de vainilla (abierta, para que se incorporen las semillas o para reutilizar el aroma de una vaina sin semillas que tengas guardada) y un poco de ralladura de naranja.
2. Deja cocer a fuego lento durante unos 15 o 20 minutos o hasta que el caqui se deshaga y consigas la textura que más te guste (no es necesario utilizar pectinas ni gelatinas, queda una textura muy cremosa).
3. Retira la vaina de vainilla, prueba el sabor y añade melaza o miel si te gusta más dulce.
4. Deja enfriar y reserva hasta que la tengas que utilizar.

Tarta de calabaza con topping de mermelada de caquis a la vainilla, miel de palma y castañas asadas

Para la tarta

• 200 ml de nata vegetal (también conocida como mix, una nata elaborada a partir de bebida y grasa vegetales)
• 4 huevos camperos
• 4 cucharadas soperas de melaza o miel
• 250 ml de puré de calabaza (te explico cómo hacerlo en la receta anterior)
• Canela en rama
• 1 naranja
• Mermelada casera de caquis (te explico cómo hacerla más arriba)
• Castañas asadas

1. Lleva a ebullición la nata con la canela en rama y la piel de la naranja. Retira del fuego y deja enfriar con ambas cosas dentro para que infusione bien.
2. Bate los 4 huevos con las 4 cucharadas soperas de melaza o miel y el puré de manzana.
3. Agrega la nata a la mezcla anterior hasta que quede todo bien incorporado.
4. Hornea durante unos 35 minutos a 200ºC, deja enfriar y refrigera una hora antes de desmoldar (el refrigerado es importante para poderla manejar sin que se rompa pues hemos eludido hacer una base sólida de galleta o masa quebrada para que no fuera demasiado calórica).
5. Una vez desmoldada y presentada la tarta, cubrimos toda la parte superior con mermelada de caqui al gusto y unos trocitos de castaña asada (yo decoré con un hilo de miel de palma de Canarias, muy rica y con apariencia de caramelo).

Notas:

• ¿Eres vegano/a? En la primera receta puedes cambiar las yemas de huevo por compota de manzana o un plátano machacado, eludiendo las claras. En la segunda receta utiliza unos 4 gramos de Agar-Agar y no hornees la mezcla, así conseguirás una textura muy parecida y no tendrás que usar huevos ni horno.

• En la segunda tarta utilizo nata vegetal que tiene solo un 15% de grasa pues la nata convencional, la que se extrae de la leche de vaca, tiene un 35% de materia grasa (y yo, por ejemplo, no podría comerla pues necesito llevar una dieta baja en grasa). Puedes encontrar este tipo de nata en grandes superficies (en el mismo lugar que la nata refrigerada o en la sección de dietética), tiendas eco y/o herbolarios.

• Una porción de cualquiera de estas tartas puede convertirse en un buen postre festivo o en cualquier merienda pues ronda las 200 calorías pero no abusa de azúcares ni harinas refinadas, así como tampoco de grasas saturadas. La presencia de calabaza, castañas y caquis, además, las convierten en opciones sabrosas, ligeras, con mucha fibra, vitaminas y minerales.

Raquel Cabalga