1. Corta en rodajas una berenjena y cuécela durante unos 10 minutos: no buscamos que se quede totalmente pocha, pero sí algo más hecha para que luego se cocine bien en el horno con el resto de las verduras.
2. Corta en rodajas lo más finas que puedas, dos calabacines.
3. Haz lo mismo con dos tomates y una cebolla. Si la cebolla te parece fuerte, puedes usar una cebolleta grande.
4. Ahora viene la parte más divertida: montar el plato. En una fuente redonda, alterna dos calabacines, un tomate, una berenjena y una rodaja de cebolla...ve haciéndolo en círculo hasta cerrarlo. Previamente, vierte un poco de aceite en la base de la fuente.
5. Aprovecha ahora para condimentar: sal, pimienta, alguna especia a tu gusto y, en mi caso...queso rallado:
6. Hornea a fuego medio (180º) entre 30-40 minutos. El color del queso te dará información si pones la bandeja más bien baja (si la pones alta, se tuesta el queso y se quedan las verduras más crujientes, cuidado).
¡Así de fácil! Listo para servir, y muy rico. Puedes tomarlo solo, o usar una porción para acompañar algo de proteína. Si lo sirves con arte, queda también muy bonito emplatado.
Con respecto a las propiedades, ya sabéis que las verduras tienen poco aporte calórico, mucha fibra y son diuréticas por su alto contenido en agua. Si no comes queso, puedes añadirle piñones o pasas, que también tienen excelentes propiedades. Otra posibilidad es usar aceite acalórico para bajar aún más sus aportes, si buscas perder peso.
Os dejo enlaces a otras recetas saludables:
- Link a zanahorias a la gaditana.
- Link a salsa de tomate casera
- Pastel de berenjena y carne
- Ensalada de col, ajos y pimentón
¿Conocíais esta receta? Espero que os haya resultado interesante. ¡BESOS!