(Receta) Sobao pasiego

Como hace unos días hablé de un truco que nos habían dicho para preparar los sobaos pasiegos (puedes verlo pinchando aquí), me picó el gusanillo de intentar hacer un sobao en casa, y me puse a buscar una receta que me convenciera. Muchas de las que encontré tenían algunos ingredientes que no me convencían mucho, pero en general, era bastante similares los ingredientes que usaban, así que cogí una y me metí en la cocina.

En mi caso, aunque los sobaos se hacen en moldes de papel encerado, yo preferí hacer uno grande, sobre todo porque no tenía tiempo para ponerme a hacer papiroflexia, pero si dispones de tiempo, hay varios tutoriales en Youtube que encontrarás fácilmente. 

Utilicé un molde rectangular, comprado en Lidl, con unas medidas de 28,5 x 23 x, 3,7 cm., al que le puse en el fondo papel de hornear, y por los lados lo unté con mantequilla. 

Sinceramente, el éxito de esta receta radica en la calidad de los ingredientes base, es decir, la mantequilla y los huevos, así que, cuanto mejores sean, mejor te quedará el sobao. 

Por último, he de decir que a mi lo que me gusta de los sobaos es esa miga con muy poco aire, apretada, pero no lo he conseguido con esta receta, queda algo mas esponjosa que un sobao, y no se porqué. El sabor es increíble, así que si consigo la textura adecuada, sería lo máximo. Investigaré a ver como puedo solucionarlo.

Ingredientes (para 1 sobao grande):

• 250 gr. de Harina de trigo normal
• 250 gr. de Mantequilla sin sal (que sea buena mantequilla)
• 250 gr. de Azúcar normal
• 3 Huevos M
• 15 gr. Levadura química (tipo Royal)
• Una pizca de sal

Preparación:
La receta no podía ser mas sencilla. Debemos tener la mantequilla y los huevos a temperatura ambiente. En un bol donde podamos meter las varillas o en un robot, ponemos la mantequilla y el azúcar, y batimos hasta que se haya integrado todo muy bien.

Posteriormente, vamos añadiendo los huevos, pero de uno en uno, no todos a la vez. Cuando se haya integrado todo, tamizamos la harina, la levadura y la sal, y volvemos a mezclar, hasta tener una masa que a ojos vista parecerá demasiado espesa, pero es así, no os preocupéis.

En el fondo del molde habremos puesto papel de hornear. Un truco para que éste no se mueva cuando echemos la masa, es untar un poco de mantequilla en el fondo, y encima colocaremos el papel. Ahora vertemos la masa, y con ayuda de una lengua, le damos algo de uniformidad a la superficie. Como lleva mucha mantequilla, no pasa nada si queda alguna zonas mas alta que otra, ya que cuando coja temperatura, se aplanará todo.

Metemos en la zona media del horno, previamente precalentado a 180º, durante unos 30 minutos, pero no podemos dejarlo a su aire, debemos estar pendientes por si se empezase a dorar demasiado. Si esto ocurre, taparemos con papel de aluminio y lo dejamos hasta que al pinchar, el pincho salga limpio.

Una vez listo, sacamos del horno y dejamos enfriar a temperatura ambiente. Yo no lo desmoldé entero, sino que fui cortando porciones del mismo molde. 

Espero que lo probéis y me contéis que tal os salió!