Una receta de los EEUU de los años 50 (la famosa “Blackout Cake”), esta original tarta de chocolate está disfrutando actualmente de una creciente popularidad. ¡Es rica, y muy divertida! En vez de cobertura, la tarta se rellena y se cubre con un pudin de chocolate, ¡que luego cubres con migas de la propia tarta! Esta tarta sería idónea para una fiesta elegante, si añades unas flores de azúcar, un pequeño banderín con flecos, o unos pinchos decorativos. Si quieres, puedes adornarlo con unos botones de chocolate blanco para una fiesta blanco y negro, o con unos pétalos rojos de azúcar para una tarta romántica. También queda genial en una fiesta vaquero, o una fiesta granja, por su aspecto campestre…
Necesitas:
Para el pudín:
190g de azúcar
40g de Maizena o similar
½ cucharadita de sal
1 taza de nata líquida
2 tazas de leche
175g de chocolate para fundir, picado
2 cucharaditas de extracto de vainilla
Para la tarta:
70g de cacao en polvo sin azúcar
215g de harina
2 cucharaditas de levadura química
½ cucharaditas de bicarbonato
½ cucharaditas de sal
115g de mantequilla
240ml de café
240ml de leche con ½ cucharadita de zumo de limón
200g de azúcar moreno
200g de azúcar granulado
2 huevos
1 cucharadita de extracto de vainilla
Primero, prepara el pudín. Mezcla juntos la Maizena, el azúcar y la sal en una cacerola gruesa, y añade poco a poco la nata líquida y la leche, batiendo en todo momento. Calienta la cacerola y sigue batiendo hasta que la mezcla se espese, unos 2-3 minutos.
Añade el chocolate picado y sigue removiendo hasta que se derrita. Aparta la cacerola del fuego, y añade el extracto de vainilla. Vierte el pudín en un bol, cubre la superficie del pudín con plástico de cocina, y guárdalo en la nevera durante unas 4 horas, hasta que se enfríe del todo.
Calienta el horno a 165ºC. Prepara los moldes, untándolos con mantequilla. Mezcla juntos en un bol la harina, levadura química, bicarbonato y sal.
Derrite la mantequilla en una cacerola gruesa a fuego medio. Añade el cacao, y remueve durante aproximadamente un minuto, hasta que se disuelva del todo. Aparta la cacerola del fuego, y añade el café, la leche y los dos tipos de azúcar, removiendo hasta conseguir un líquido liso.
Añade los huevos y el extracto de vainilla, mezclándolo todo bien. Luego añade la harina etc., y mezcla justo hasta incorporar.
Divide la masa entre los dos moldes, y hornea durante unos 30-35 minutos, o hasta que un palillo clavado en el centro salga limpio. Saca las tartas del horno, y déjalas enfriar dentro de sus moldes unos 10 minutos antes de desmoldar.
Una vez desmoldadas, déjalas enfriar bien en una rejilla, unas 2 horas.
Con un cuchillo, divide las tartas en dos de forma horizontal, para conseguir 4 bizcochos redondos. Coloca uno de los bizcochos en un plato, y pon encima una capa de pudín, hasta un grosor de aprox. 5mm. Repite con otro bizcocho, más pudín, otro bizcocho, y más pudín, esta vez también cubriendo los laterales.
Rompe el último bizcocho en migas, que luego echas encima del pudín cubriendo la tarta. (Y, vale, sí, puedes comer un poquito si quieres…)
¡Disfruta!