El día 1 de Noviembre, día de todos los Santos, no teníamos otra cosa mejor que hacer y decidimos que no era un mal plan levantarse a las 7:15 de la mañana para ir a buscar setas de cardo.
Vaya por delante que no tengo ni idea del tema de las setas, pero esta bien aprender este tipo de cosas, y si encima te las puedes comer, mejor que mejor. Además se nos presentó la oportunidad de aprender gracias a un amigo, así que, eso hicimos.
Tras el madrugón, un café obligado para espabilarnos antes de salir para el lugar elegido. Allí estábamos a las 8 de la mañana, con un frio bastante respetable y medio dormidos. Y por cierto, no estábamos solos, ya había un grupo de gente por allí a lo mismo que nosotros. Al final, también fui el día 2, ya que estaba de descanso. Total general: dos días buscando (aprendiendo a coger) setas.
La seta de cardo, al parecer, es una de las mas preciadas y con un poco de práctica es bastante fácil localizarlas, y también es sencillo diferenciarlas de otras muy similares pero que pueden ser tóxicas. Yo no voy a explicar aquí nada referente a la seta por que sinceramente, no es algo que controle y por lo tanto no voy a alentar a nadie a salir a buscar setas de cardo basándose en mis exiguos conocimientos. Lo ideal es ir con alguien que sea perro viejo en estos menesteres y te transmita los conocimientos necesarios para salir por tu cuenta sin riesgos de ningún tipo.
Como digo, soy totalmente novato en esto de coger setas, y al parecer, una de las cosas que suelen llevar a rajatabla (y que yo no entiendo muy bien) los que si controlan, es que suelen salir a coger un tipo concreto de seta, y nada más.
En estos dos días que estuve aprendiendo lo poco que me ha dado tiempo, a la vez que hemos íbamos encontrando setas de cardo, también había champiñones, y otro par de especies que parecen ser apreciadas por la gente, pero nosotros solo cogimos las de cardo. Y sinceramente, me parece un desperdicio que estando toda la mañana andando por el monte, no eches al cesto todo lo que sea comestible.
Por lo demás, el primer día la recolección no estuvo mal: entre los tres que íbamos, conseguimos casi dos kilos de setas de cardo. El segundo día, que solo fuimos dos, la cosa menguó bastante, y solo encontramos medio kilo aproximadamente (lo justo para hacer un buen revuelto).
Respecto a la preparación, este tipo de seta suele ir muy bien en estofados de carne, pero la preparación estrella, la mas extendida, es saltearlas con ajo, perejil y opcionalmente, un poco de cayena molida y pimentón (dulce o picante). Una vez cocinadas de esta manera, se pueden terminar en forma de revuelto con huevos, o bien de acompañamiento para carnes o pescados.
Ingredientes:- 1 Kg. de Setas de cardo
- 1 cabeza de Ajos
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta
- Cayena (opcional)
- Pimentón dulce o picante (opcional)
- Perejil
Lo mas tedioso de esta receta es la limpieza de las setas, o sea, retirar todo rastro de tierra o de briznas de hierva que hayan podido quedar adheridas a la seta. Por este motivo es importante que cuando las cojamos, a la hora de echarlas a la cesta estén lo mas limpias posibles, y eso que nos ahorramos posteriormente en la cocina.
Las limpiamos una a una bajo el chorro de agua, eliminando cualquier resto de tierra que pueda quedar tanto en la parte superior como en las láminas inferiores, y las vamos colocando en un colador para que vayan escurriendo.
Setas de cardo ya limpias y escurridas.
Una vez las tengamos todas limpias, pelamos y cortamos todos los ajos de forma que queden bien picados.
En una sartén, ponemos un chorreoncito de AOVE y ponemos a fuego máximo. Echamos los ajos y dejamos un par de minutos que cojan color. Ahora, añadimos las setas y removemos bien para que se mezclen con el ajo.
Utilicé dos sartenes porque iba a hacerlas de dos formas diferentes.
Las debemos remover frecuentemente, y observaremos que en unos minutos, empezarán a soltar agua y a menguar de tamaño. En este punto, podemos añadir sal, que luego corregiremos.
Dejamos que evapore un poco el agua, y será el momento de añadir la pimienta, el pimentón y la cayena (estos dos últimos si hemos decidido incorporarlos a la receta), y removemos nuevamente.
Deberemos dejar las setas al fuego, hasta que la práctica totalidad del agua se haya evaporado y solo quede el aceite, y ese será el momento de retirarlas del fuego.
Ya terminadas, al fondo con ajo, y en primer plano con ajo y pimentón dulce.
Así de sencillo, no tiene mas. Si en ese punto queremos hacer un revuelto, añadiremos los huevos y lo terminaremos, y si no fuese el caso, las apartamos y las utilizamos como mas nos guste.
Y hasta aquí puedo leer. Solo me queda añadir que después de probarlas (y escuchar a tanta gente decir que son de las mejores setas que hay), coincido plenamente en que están espectaculares.