Revista Creaciones

Recetas contra el frío: crema de ave

Por Gemma Adeva @holawasel

Recetas contra el frío: crema de ave

Este plato es uno de mis mayores recuerdos de la infancia. Siempre que pienso en los inviernos de cuando era pequeña, me veo tomando un plato de crema de ave, y hasta soy capaz de recordar su sabor. Ahora soy de las que se come casi cualquier cosa, pero de peque era muy lenta para comer y había bastantes platos que no me gustaban. Eso sí, de esta crema tengo buenos recuerdos y nunca me dejaba ni una cucharada. Y es curioso que haya estado tantos años sin probarla (ya sabéis, antes la hacía mi madre pero hace mucho que ya no vivo con mis padres, así que…), hasta que me he animado a hacerla en casa :)

La receta no tiene mucha complicación. Sí es necesario algo de preparación, pero a cambio podemos hacer cantidad y tener una reserva para el invierno. Después solo hay que descongelar, calentar y listo. Además, se pueden hacer ligeras variaciones en la receta, y sale rica de todas las maneras.

INGREDIENTES (para 4 raciones)

– 2 Cuartos traseros o pechuga de pollo con hueso (puedes usar cualquier parte con carne y hueso, esta receta es perfecta para aprovechar todas esas partes que no tienen demasiada carne). Mejor si es pollo de corral.

– 1 litro de caldo de pollo (puedes comprarlo o añadir una carcasa de pollo a la receta y así usar el caldo que has hecho al cocer el pollo).

– 1 cebolla.

– 1 vaso de leche (yo uso leche vegetal) o medio vaso de leche y medio de nata líquida para cocinar.

– Sal, pimienta y un poco de nuez moscada.

PREPARACIÓN

– En una olla, pon el pollo y la carcasa (si vas a hacer tú el caldo) y cubre con agua. Si vas a aprovechar el caldo, necesitas añadir alrededor de 1,5/2 litros de agua. Tapa y calienta a fuego fuerte hasta que hierva, entonces baja el fuego y dejar hervir durante 1 hora mínimo (cuanto más tiempo hiervas el pollo, más sabor tendrá el caldo). Pasado este tiempo, saca el pollo del caldo y deja enfriar, carcasa incluida.

– Mientras se enfría la carne, pela y corta una cebolla y sofríela a fuego lento con un poco de aceite, sal y pimienta. Queremos que quede transparente y no dorada. Cuando esté hecha, sube el fuego y añade la leche/nata y la nuez moscada. Remueve con frecuencia hasta que la mezcla haya reducido y espesado un poco (alrededor de 5-10 minutos). Retira del fuego.

– Separa toda la carne de pollo de los huesos y ve poniendo los pedacitos en el vaso de la batidora (puedes usar una batidora de inmersión si es la que tienes, yo tengo esta batidora y lo preparo en el vaso más grande de todos). Añade la mezcla de cebolla y leche, y 1 vaso de caldo de pollo.

– Pásalo todo por la batidora, y ve añadiendo más caldo poco a poco hasta que la crema tenga el espesor deseado. Aprovecha este paso para añadir más sal si es necesario.

Ten en cuenta que la crema espesa un poco una vez que está hecha, así que es mejor que añadas caldo hasta que esté un poco líquida a que te quedes corta. Una vez preparada, puedes consumirla directamente o congelarla en raciones. Si le pones unos picatostes de pan por encima cuando vayas a comerla, estará más rica todavía :P

En serio, está tan rica y tiene tanto sabor, que es adictiva. Y si después de hacer la crema os ha sobrado caldo, ¡no lo tiréis! Podéis congelarlo para preparar sopa o consomé y aprovechar todos los nutrientes del pollo. Os recomiendo que probéis esta receta en casa, es de esas que gustan a todo el mundo y perfecta para una noche fría de invierno.


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