Me he sumado a la iniciativa #RecetasMicussori de la marca de mobiliario infantil Micuna. Y quiero animaros a que también lo hagáis. Ya os conté hace unos meses que recibimos la torre de aprendizaje evolutiva y transformable Trotta, un producto de la linea Micussori, la familia Montessori de Micuna. Fue amor a primera vista. A los peques les encanta Masterchef ¡Y creo que no son los únicos! ¿Verdad? Así que cada día piden más ayudar a papá y a mamá en la cocina. Lo curioso es que ambos, tanto Jorge como Valentina, tiran por el dulce. Yo les animo a preparar unas lentejas sanas pero ni de broma, ahora quieren hacer muffins, pasteles y galletas. Eso sí, en casa cocinamos prácticamente sin azúcar y sin gluten, porque yo soy celiaca, entonces el resultado es muy saludable. Hacer postres casi sin azúcar es posible, os lo aseguro. No consiste solo en disminuir la cantidad sino utilizar otros alimentos que le van a dar el dulzor a los pasteles, por ejemplo los dátiles, ¿lo habéis probado? Hoy en este blog de puericultura os quiere hablar de esta iniciativa de Micuna para fomentar la alimentación sana en los niños y su autonomía, haciéndoles partícipes de la elaboración de sus recetas favoritas. Veréis que útil es la torre de aprendizaje Trotta con sus cuatro posiciones. Seguid leyendo para descubrirla.
Todo en Micuna es calidad. Van por delante del mercado ofreciendo innovación en mobiliario infantil pero también adaptándose a las nuevas generaciones de padres. Los que nos preocupamos por una vida sana en familia, por una alimentación saludable y por pasar todo el tiempo que podemos junto a nuestros hijos, fomentando su autonomía, pero apoyándolos en sus retos. La filosofía Montessori está orientada a ello. La torre de aprendizaje evolutiva y transformable Trotta es de gran ayuda en los primeros años de vida del niño o niña. Pensad que en la etapa de más interés y curiosidad, les ayudará a alcanzar aquellos lugares de difícil acceso como el banco de la cocina o el aseo, porque Trotta también podéis utilizarla allí. La torre le ayudará a ser más autónomo, siguiendo la filosofía Montessori.
Cuenta con unas asas para su fácil transporte. No ocupa demasiado si eso es algo que os llama la atención y cuando dejéis de utilizarla como torre de aprendizaje, podéis prolongar su uso utilizándolo como mueble de almacenaje. Sus acabados evitan que el niño pueda lastimarse, de hecho no lleva tornillería con la que pueda engancharse o tropezar.
Como os comentaba en el inicio la torre de aprendizaje Trotta, tiene cuatro posiciones: la primera es una escalerita de tres peldaños. El peldaño inferior puede plegarse hacia el interior cuando no se necesite y ahorrar espacio en el hogar. La segunda posición está pensada para acompañar al niño en su crecimiento. Gracias al novedoso sistema de guías, se puede cambiar su funcionalidad mediante movimientos muy sencillos e intuitivos, y sin necesidad de utilizar herramientas. Con un simple deslizamiento, el peldaño superior pasa a ser un peldaño oculto, reduciendo la altura del alzador.
Colocando el peldaño superior en su posición de respaldo, la Trotta también es un asiento y, por último, en sus laterales tiene divertido juego para que el niño o niña descubra las letras, los números y las formas geométricas básicas, recorriéndolas con su bola de trazado. Este sistema permite que el peque tome el primer contacto con la escritura y el dibujo bajo su propio ritmo de aprendizaje.
Y como todos los productos de Micuna Trotta está diseñada y fabricada en España con madera de pino y barnices no tóxicos. Todas las maderas provienen de Micuna provienen de bosques gestionados de forma sostenible. La empresa tiene un gran compromiso con la fabricación ecológica.
Seguro que ahora queréis conocer la receta de nuestras galletas ¿Tenéis preparados los moldes? Ir a comprar moldes con los peques muy divertido, así como lo ingredientes, así los involucráis desde el principio. Estas galletas son súper fáciles de hacer y además quedan deliciosas.
Preparación sobre la torre de aprendizaje- 100 gr harina de arroz
- 100 gr de Maizena
- 50 gr almendra molida
- 50 gr mantequilla
- 2 cucharadas de leche
- 1/2 cucharadita de jengibre en polvo
- 1/2 cucharadita de levadura
- 1 huevo
- 1 pizca de sal
- Mezclar en un cuenco los ingredientes secos: las harinas, la levadura, la almendra molida, la sal y el jengibre.
- Añadir la mantequilla, que debe de estar a temperatura ambiente.
- Continuar mezclando y cuando está todo un poco integrado, añadir el huevo y continuar removiendo la mezcla ahora con las manos, hasta que la masa ya no se pegue en los dedos.
- Formar una bola y envolver en papel film, reservar en la nevera al menos 1 hora.
- Transcurrido el tiempo de reposo, en una superficie lisa y enharinada (con la misma harina de arroz sin gluten), colocar la masa y con ayuda de un rodillo extenderla hasta obtener un grosor aproximado de medio centímetro.
- Entonces empieza lo divertido, con los moldes los peques proceden a cortar las galletas en divertidas formas.
- Las colocamos en una bandeja de horno con papel vegetal, con un margen de separación de unos 5 centímetros entre ellas ya que crecerán.
- Las horneamos a 180 grados y previamente hemos precalentado el horno durante un tiempo aproximado de 20-25 minutos.
- Cuando estén listas hay que dejarlas enfriar antes de decorar.
- Aquí es cuando incorporamos nosotros el azúcar glasé en la decoración, así que antes lo hemos evitado. Podéis decorar con colorante gluten free y una manga pastelera con la boquilla pequeñita o dejarlas así que son bien ricas y sanas.
Os aseguro que es bien sencillo y los peques disfrutan mucho con todo el proceso y el resultado. ¿Os unís al reto de #RecetasMicussori?
Periodista multidisciplinar de vocación y corazón. Más de 20 años en activo en medios de comunicación. Especializada en social media y contenidos desde 2005. Bloguera y emprendedora apasionada. Mamá de dos. La mejor profesión.
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