Acostumbro a utilizar éste tipo de masa para hacer Quiche Lorraine, la mar de simple y riquísima. Pues bien, hace unos días en el trabajo, una de mis compañeras me contó que le gustaba hacer Pizza con ésta masa, y que quedaba buenísima. Sonó la flauta, y me puse con ello. El resultado? Más que satisfactorio, porque la pizza se queda finita y dorada, y es mucho más sana si la haces tu mismo con ingredientes que tienes en casa que si la pides o compras fuera.
Se trata de dejar la masa descongelar si la tenéis en el congelador, o simplemente sacarla y extenderla si la tenéis en la nevera y no lleva muchos días ahí. Encendéis el horno a 200 y pico y que vaya calentándose.
Mientras, yo lo que hago es poner la masa sobre una fuente para pizzas o plato muy grande y le añado -extendiendo con una cuchara- salsa de tomate (no demasiada para que luego no sepa tanto a tomate y no quede muy blanda la masa), queso rallado, otros tipos de queso troceados, jamón cocido/serrano/bacon (cualquiera de éstas tres opciones queda deliciosa) y un poco de orégano y albahaca.
Una vez el horno está suficientemente caliente, meto la pizza y espero entre 20 y 30 minutos. Es bueno que os vayáis fijando cómo se va haciendo por si se hincha (ya que la masa es de hojaldre). En ese caso, podéis abrir el horno y pinchar un poco dónde esté subiendo para que baje.
Y una vez creáis que está hecha... TACHÁN!
Mi pizza!
Os aseguro que estaba realmente increíble.. Asi que ya sabéis, manos a la obra! Lo mejor de todo es que podéis poner lo que queráis! Queso de cabra, verduras, champiñones, piña, salchicha,atún, aceitunas.. Un día me atreveré a hacer una Carbonara!Que tengáis un sábado maravilloso! Besos!!