Recibir un paquete

Cuando acabas de mudarte solo a un país extranjero los asuntos cotidianos más simples pueden transformarse en un problema de logística importante. Este es por ejemplo el caso de recibir un paquete en tu domicilio. ¿Qué sucede cuando el paquete llega y no hay nadie en casa para recibirlo? ¿Tienes que recogerlo tú mismo en la oficina de correos sabiendo que ahora no tienes coche? Tranquilidad, hay soluciones para todo y como siempre yo os ayudo a descubrirlas.
Si nos traen una caja y no hay nadie en casa para recogerla, el empleado de correos decide qué hacer con nuestro envío y a continuación nos deja un papelito (como se hace en España, esto no es novedad) informándonos de su acción. Como estamos aún en el primer intento, hay dos cosas que nuestro cartero puede hacer. Confiar nuestro paquete a otra persona o llevárselo y intentar entregarlo de nuevo más adelante.
Lo primero que van a intentar es empaquetárselo (nunca mejor dicho) a alguno de tus vecinos. Si vives en una casita o en un edificio pequeño esta opción parece bastante lógica. Pero ellos, de naturaleza confiada, intentarán llevar a cabo esta entrega alternativa incluso si vives en un edificio grande con multitud de vecinos con los que no has interactuado jamás.

¿Sería usted tan amable de
custodiar este paquete
de un desconocido?

Nada más llegar a Holanda viví en un gran edificio de estudios individuales, de estos que tienen un balcón-pasillo exterior que hay que recorrer para llegar a la vivienda de cada uno. Aunque mi habitacioncita estaba en el piso doce, el cartero no tuvo mejor idea que abandonar mi paquete en manos de un vecino aleatorio del cuarto piso. Decir que en este tipo de vivienda uno sólo puede entrar al balcón-pasillo en el que se encuentra su propio cuarto, teniendo que timbrar desde el portal (igual que un visitante) para acceder a cualquier otra planta. Así que imaginaos el periplo, días llamando desde abajo intentando localizar al misterioso guardián de mi caja para acabar encontrando a un señor oriental en pijama que no hablaba inglés y no entendía nada de lo que yo intentaba comunicarle.
Si os toca hacer una de estas divertidas rondas de reconocimiento del vecindario encontraréis marcada en vuestra notificación la casilla número uno, con la dirección del vecino afortunado escrita a mano en el recuadro que aparece a continuación. ¡Manos a la obra!

Notificación del cartero
La opción aplicada aparece resaltada en color... adivinad... ¡naranja!

Si el cartero no localizó ningún vecino ocioso no tiene otro remedio que realizar un segundo intento. En este caso aparecerá marcada la casilla número dos. Pone que a no ser que indiquemos lo contrario, volverá a visitarnos al día siguiente (excepto si es domingo, que volverá el lunes). Si queremos saber la hora concreta o cambiar la fecha de esta segunda visita, tenemos que visitar la página web de postnl, el servicio de correos holandés, antes de que sean las diez de la noche.
Yendo a la página principal http://www.postnl.nl/ podremos entretenernos con la animación de una senora filipina la mar de sobreactuada que nos interpreta el corto "¿¿Pero qué ha pasado con mi paquete de porcelana china??" en la más pura linea del expresionismo alemán. Pero ya que este manual es para principiantes, vayamos directamente al grano y entremos en http://www.postnl.nl/ontvagen como indica la nota del cartero.

El drama de la porcelana perdida en tal solo cinco frames

En la pantalla que aparece, vamos a la zona track & trace e insertamos en la primera casilla el código de paquete que viene en la notificación, y en la segunda nuestro código postal.
                         
Esto nos lleva a la siguiente pantalla, en la que vemos la hora de entrega programada y además las tres opciones de cambio que podríamos seleccionar (los cambios antes de las 22h del primer día, recordemos). Estas son:
1 - Mantener la dirección de entrega pero escoger una fecha/hora más convenientes (aunque recordemos que tras las cinco de la tarde nunca va a ser posible).
2 - Facilitar la vida a nuestro amigo el cartero y elegir nosotros mismos a nuestro vecino favorito para que se encargue de custodiar nuestro paquete.
3 - Facilitar la vida a nuestro amigo el cartero todavía en mayor medida; especificando que seremos nosotros mismos los encargados de recoger el paquete en la oficina de correos correspondiente.

Cuando pulsamos cualquiera de estas tres opciones de cambio la cosa se complica, ya que la página nos pide que nos registremos. Tras hacerlo, entraremos ya en una sección llamada "mis paquetes" desde la que podremos efectuar todas estas gestiones. Desafortunadamente para mi ya han pasado las diez de la noche y ahora mismo no puedo realizar ninguno de estos cambios para mostraros como funcionan. Pero de todas maneras una vez llegados a esta web y siendo conocedores de todas vuestras posibilidades, creo que conseguiréis realizar cualquier cambio que os propongáis ayudandoos de un traductor.
Espero poder redactar pronto un manual con la otra cara de la moneda, es decir explicando como enviar cartas y paquetes. Si no queréis perderos el próximo artículo, clicad en me gusta de facebook en la barra lateral y os llegará un aviso a vuestro muro cuando se publique. Hasta entonces recomendadme a vuestros amigos y si este artículo os ha ayudado, ayudadme vosotros a mi colaborando con esta página ;)