Revista Opinión

Reciclajes musicales del siglo XXI

Publicado el 23 abril 2018 por Carlosgu82

Los tres músicos ícono de los 90’ que, reconversión mediante, surfean exitosamente la cresta de la ola reggeatonera de nuestros tiempos

La música, además de ser una de las artes más universales y masivas, es hoy un tremendo mercado de compra y venta de productos. Canciones, o algo parecido, se comercializan como pan caliente por redes sociales, páginas web, canales de tv, radios y, en menor medida, medios físicos como CD y vinilo.

El dato ineludible que ningún productor o gerente discográfico puede obviar es que el musical es un mercado efímero, volátil. En la industria masiva la moda todo lo puede. Géneros y subgéneros se van sucediendo a lo largo del tiempo absorbiendo en su minuto de gloria todo lo que tocan. Esos momentos de la historia parecen no dejar lugar al éxito masivo de cualquier otra cosa que no esté impregnada del “swing” de turno.

Hoy, sin dudas, el rey de la industria es el reggaeton. Con su ritmejo agobiante y su saturada obscenidad lírica y visual, el tanque de las pistas arrasa los rankings a fuerza de mujeres semi desnudas y mestizos adornados con colgantes dorados en paradisíacos yates caribeños. ¿Quién pudiera haber vivido en Liverpool en los años 60’, no?

Lo cierto es que esta topadora marketinera deja sin aire a otras expresiones musicales otrora masivas. A saber: el pop melódico de los 90’. Un Montaner, un Cristian Castro… Sobreviven, pero ya no son lo que eran, claramente.

Hay quienes, sin embargo, vieron venir la ola y, lejos de ahogarse, sacaron la tabla y la surfearon como unos campeones. Puntualmente, me voy a referir a tres artistas hiper taquilleros de la década del 90’ que hoy siguen en la cresta de la ola, aunque, claro está, la ola es otra. Ellos son Shakira, Enrique Iglesias y Ricky Martin.

Si le tararearamos a un adolescente actual Experiencia Religiosa seguramente arqué las cejas y nos trate de vetustos y puritanos. Lo mismo si le contamos que Shakira alguna vez fue una morocha rara que le cantaba con la guitarra acústica a una raza antigua de pies descalzos. Y ni hablar si decimos que Ricky Martin le cantaba con pelo largo a una tal Susana y a una tal María que daba un pasito palante’ y uno patras’.

A diferencia de la mayoría de los músicos que no saben más que copiarse a sí mismos y repetirse hasta el hartazgo propio y ajeno, nuestro trío en cuestión supo adaptarse a los nuevos tiempos magistralmente. Las baladas romanticonas dieron lugar a reggaetones pop tan llenos de ritmo como vacíos de contenido. Los jóvenes flacos y tímidos dieron lugar a maduros voluptuosos, sexys y extrovertidos. Este volantazo en sus estilos y génesis musicales los sitúa hoy en la cima de los ranking y los codea de igual a igual con los nefastos artistas estelares de nuestros tiempos: Maluma, Daddy Yanque, Gente de Zona, Wisin y Yandel, Bad Bunny, Ozuna.

“Featuring” es la palabra mágica que tiende estos puentes temporales y nos trae al presente comida de ayer como si estuviera recién salida del horno. Una especie de microondas lingüístico. Mis aplausos tímidos, pues, a quienes saben entender los cambios de época y adaptarse a ellos, aunque eso implique abandonar las propias raíces y descender varios escalones a los abismos musicales de nuestros días.


Volver a la Portada de Logo Paperblog