Lo bueno que tiene el jardín es que admite reciclar casi todo. Quizás no en todas las estancias de la casa los reciclajes queden bien. No es lo mismo reciclar para el jardín que para el salón.
Estos taburetes que ya no eran útiles y su final era el basurero, ahora tienen una segunda oportunidad en el jardín, además pasan el examen con nota.
El proceso fue sencillo y el resultado espectacular. Se retiró la rejilla rota, para poder alojar en su interior las macetas, que son unos improvisados barreños de plástico. Se cortaron las patas para hacer una escala armoniosa, y de esta forma ganar armonía visual, respecto al resto de las plantas.
Las banquetas se lijaron, y se les aplico una selladora y una pintura de esmalte color gris piedra, la parte final fue hacer unos taladros en los barreños, para facilitar el drenaje y elegir las plantas, que en este caso, se opto por aromáticas y hortalizas, de esta manera tenemos un pequeño huerto en la terraza.
Fuente Fabiobook