A solas, tras recibir plácemes y enhorabuenas por su reciente cargo, se aflojó el nudo de la corbata y sonrió ante el espejo, que le devolvía su imagen satisfecha. Con orgullo no disimulado, le dijo al hombre que lo contemplaba: «Ya has salido de la miseria y de la inseguridad. Olvídate de lo que has sido, de lo que has prometido. A partir de ahora, han de ser los tontos los que paguen. Tú vive, que solo se vive una vez».
Nota 2.- Y hablando de microrrelatos, tengo un plan magnífico para el fin de semana: acudir a la IV Quedada Microrrelatista, que se celebra entre Barberà del Vallès y Barcelona. Nos juntaremos un nutrido grupo. Será emocionante conocer amigos virtuales, además de resultar una experiencia enriquecedora compartir opiniones con otros. También el aprendizaje está asegurado con la presencia de Irene Andrés-Suárez, experta en lo que ella misma ha denominado el cuarto género narrativo.
Nota 3.- Por todo lo expuesto, ando algo revuelta y sin apenas tiempo. Espero estar de regreso por el blog pronto, aunque tardaré un poquito en reincorporarme por otros motivos personales.